04 junio 2019
Ep.
Unas 35 colleras, formadas cada una de ellas por un garrochista y un amparador, participarán los días 15 y 16 en el XLIII Concurso nacional de Acoso y Derribo y XXIX Trofeo Ciudad de Badajoz, que se enmarca en el programa deportivo de la Feria de San Juan de la capital pacense.
El concurso, que se desarrollará junto a la Avenida de Elvas a partir de las 16,00 horas el día 15 y de las 12,00 del día 16, ha sido presentado por el concejal de Ferias y Fiestas en funciones, Miguel Ángel Rodríguez de la Calle, y del presidente de la Asociación de garrochistas extremeños, Juan Gragera.
El edil ha destacado en su intervención que para el ayuntamiento es una de las "pruebas estrella" dentro del programa deportivo de San Juan, así como que Badajoz es "pionera" y tiene tradición en este deporte, en cuyas celebraciones ha contado con la presencia de "muchos" de los campeones de España de Acoso y Derribo.
En este sentido, Juan Gragera ha puntualizado que se trata de un concurso nacional puntuable para el próximo campeonato nacional a nivel individual que se disputa en 2020, por lo que acudirán garrochistas "punteros a nivel nacional", entre los cuales ha destacado al actual campeón de España, Tomás Morenés, que acudirá a Badajoz como también podría estar presente el varias veces campeón nacional Alfonso Martín.
Según ha explicado, entre 30 y 35 colleras extremeñas, castellanomanchegas, portuguesas o castellanoleonesas disputarán este Concurso de Acoso y Derribo que cuenta con dos modalidades, una con vaca brava en la que la res debe dar dos volteretas, y otra con vaca mansa que debe voltearse en tres ocasiones con la novedad de que, si entra galopando en el cuadrilatero, se da una puntuación adicional, lo cual ha "demostrado" que el ganado "en principio sufre menos".
A este respecto y preguntado por su parecer ante las críticas de los movimientos contrarios a esta práctica, Gragera ha defendido que están incluidos "bajos los auspicios" de la Federación de Hípica Extremeña y que es una modalidad "que está reconocida como tal".
"Los propios garrochistas como ganaderos propietarios del ganado que se corre no queremos el mal para el ganado, entendemos que el ganado no sufre", ha subrayado, así como que según el reglamento la garrocha o vara larga con la que se derriba a la res de ganado vacuno cuenta con una puya de hierro al final que "debe tener como máximo un centímetro", por lo que "para la piel de la res es como un pinchacito".
