Don Juan Checa Campos fue uno de aquellos maestros de extraordinaria sensibilidad, exquisita cultura y señeras cualidades pedagógicas.
El 5 de mayo de 1931 Valeriano Gutiérrez Macías, con 16 años, publicaba su primer cuento en el periódico “Nuevo Día”, de Cáceres.
Habría que convenir con Huxley y Alfonso Callejo que, en cierto modo, el progreso tecnológico solo ha proporcionado medios más eficientes para ir hacia atrás.
Lucas Burgos Capdevielle, gran caricaturista y pintor cacereño, triunfó en Madrid, le pudo la nostalgia y regresó a su Cáceres de siempre.
En 1903, al llegar la Virgen de la Montaña a la iglesia de Santa María, la multitud gritaba “¡Agua! ¡Agua!”.
De haber elecciones el 26-J, como parece, Rajoy y Sánchez lo pueden pasar verdaderamente mal.
Moret posibilitó una señalada revolución industrial en Cáceres tras el descubrimiento de las minas en 1864.
Al redescubrir una fotografía de la historia de Cáceres, con 91 años de antigüedad, me he permitido la licencia de escribir estas lineas.
Césareo Rey, pastor, es uno de los símbolos y referentes de la trashumancia en Extremadura.
Francisco de Sande, cacereño él, que naciera en la calle que hoy lleva su nombre, es una página se señalada referencia en la historia.