Adolfo Zabas (1951), cacereño de la calle Peña, es un tuno de Aquellos Tiempos, que, por una serie de circunstancias, no tuvo más remedio que enfrentarse al severo y astifino toro de la vida.
“El Palacio Real de Madrid conoce a uno de sus accesos como Puerta de la Escalera de Cáceres”
“El Club Deportivo Cacereño siempre fue una pasión. Y en el Cáceres de Aquellos Tiempos, un santo y seña de especial identidad”.
Cáceres, fascinante ciudad medieval, alberga en su casco histórico, artístico y monumental una joya, un hechizo. Cáceres tiene hechizo.
“Los Guardias Municipales del Cáceres de Aquellos Tiempos conformaban un paisaje de relieve entre todos los cacereños”.
Camino, de forma despaciada y lenta, acaso de forma de forma somnolienta, por el recorrido de las calles y de los silencios, del Cáceres de Aquellos Tiempos...
“Valeriano Gutiérrez Macías se conforma como uno de los últimos humanistas de Cáceres”.
“Aquellas mujeres, las lavanderas, dejaron una estela impresionante de trabajo, esfuerzo y sacrificio en el Cáceres de entonces”.
Mariano Amaral, el Nano, (1932-2011) fue un predicador, un icono del Cáceres de Aquellos Tiempos, que se distinguió por sus continuas “homilías”...
“Gómez Clemente fue un alcalde técnico y entregado a Cáceres, que prestó un gran servicio a la ciudad”.