03 enero 2019
Desde la incorporación de las aplicaciones en los celulares nunca han faltado las apps para conocer gente. Año tras años son creadas miles de estas pero solo unas pocas tienen éxito. Aunque una coincidencia puede terminar en algo hermoso, tambien se corren ciertos peligros.
La mayoría tiene el mismo funcionamiento, mediante la ubicación de tu celulares y las preferencias que uno elija. Algunas son el rango de edad y la distancia que uno está dispuesto a recorrer, muestra perfiles en los cuales se descarta o se da un “like”, que significa aceptar el perfil lo que hará que se abra una nueva conversación si es que coincide con la elección de la otro individuo. A partir de ahí depende la conexión que tengan los dos sujetos.
Estos programas son una buena herramienta para los tímidos o los que simplemente quieren conseguir más ligues. Pero por el otro lado, puede ser sitios donde se corre peligro por los perfiles falsos, ya sea para robo de datos u otras situaciones riesgosas. Sin embargo, las relaciones que nacen por una primera cita virtual parece que llegaron para quedarse y modificar la forma de conocer personas diariamente.
La más clásica es Badoo, que tuvo sus inicios primero en internet en 2006 a modo de red social pero no funcionó como tal ya que nunca tuvo ningún tipo de comunidad o grupo para que se encuentre gente a fin de diferentes causas, solo encontrar pareja o hacer amigos. También tiene un servicio premium en el cual destaca el perfil de uno por sobre el resto y permite enviar fotos y videos en las conversaciones privadas, entre otras cosas. Por $579 y se es miembro de por vida. Actualmente cuenta con unos 35 millones de usuarios activos en 180 países.
Tinder es, tal vez, la más conocida. Tuvo su auge en 2015 y actualmente tiene alrededor de 60 millones de usufructuarios activos en 196 estados y unas 100 millones de descargas. Pero al igual que Facebook en las redes sociales, ya está en declive. En su momento revolucionó las aplicaciones de citas por su dinamismo y su nexo con la compañía de Mark Zuckerberg para subir imágenes pero ha quedado en el tiempo. Aún así todavía se mantiene vigente en el negocio, no solo con los clientes free sino con los premium que por $264 uno puede conseguir una suscripción durante un año.
El año pasado se hizo muy popular Happn que, a cambio de Tinder que utiliza la localización geográfica para encontrar posibles citas en la zona donde se abre el programa, aparecen posibles citas a partir de las personas que se cruza en lugares comunes con un radio de 250 metros, que tengan la aplicación. Solo en Argentina, hay más de un millón y medio de usuarios activos.
En la actualidad la herramienta que más se usa para conseguir pareja es la red social Instagram. Con su función de publicar historias y solo se pueda contestar por privado le abre las puertas a los más tímidos que temen comentar en público. Mientras tanto para conversaciones subidas de tono, al enviar una foto en una conversación, esta solo se puede abrir una vez y por unos pocos segundos lo que sea más difícil la viralización de desnudos. Además los archivos no pueden ser almacenados.
Si bien en las preferencias se puede elegir la orientación sexual, también existen aplicaciones exclusivas como Grindr, creada en 2009, tiene más de 5 millones de usuarios en todo el mundo.
Otra de las apps en auge para encontrar pareja del mismo sexo es Her, que tiene 325 combinaciones para elegir orientación sexual y género, siendo la más inclusiva del mercado. Además tiene un portal de noticias y eventos de la comunidad LGBT+.
