05 enero 2018
La hostelería es uno de los oficios más antiguos del mundo. A lo largo de la historia se han abierto tabernas, mesones y posadas en las que dar servicio a comensales y viajeros. Aunque es evidente que no son iguales que los que hay ahora, son una muestra de lo importante que ha sido este sector por muchos siglos.
Si tienes un restaurante o quieres abrirlo, seguro que eres consciente de que hay una gran competencia y el trabajo es bastante duro. Se necesitan muchas ganas de atender al público y hacer las cosas bien. Sobre todo si quieres tener éxito. Estos son algunos de los puntos clave para conseguir resultados satisfactorios.
La cocina de vanguardia parece estar en auge, aunque no se pueden dejar de lado las recetas de siempre. Mucha gente busca el sabor de antes, ese que parece estar perdiéndose. Cocinas “al estilo de la abuela” es una apuesta segura.
El cliente que acude a un restaurante y ve que la comida está preparada con esmero valora mucho más el negocio. Detalles como una amasadora de pan y que el sitio huela a este atrae a la gente desde la distancia. Es cierto que hace falta tiempo para hacer las cosas así, pero es un detalle que marca la diferencia.
Si tu negocio está en una zona en la que hay turismo, es normal que alguna vez te encuentres con clientes extranjeros. Por ello, procura tener una carta en varios idiomas para que sepan qué es lo que les ofreces.
Si no quieres que haya errores, o cometer las tropelías que se han visto algunas veces y se han subido a las redes sociales (¿quién no recuerda la fotografía de la carta en la que el pulpo a feira se ponía en inglés como octopuses to the party?), lo mejor es contratar un servicio de traducción de cartas y menús de restaurantes que sea profesional. En Linguavox tienen experiencia y cuentan con traductores certificados en más de 150 idiomas. Merece la pena para dar un servicio de calidad a todo el mundo.
Aún si consigues tener la mejor comida de la zona, de nada servirá si el servicio es deficiente. De modo que es fundamental contar con personal de confianza, que esté familiarizado con el negocio y sepa tratar al cliente. Si un cliente recibe la comida de un camarero impertinente o maleducado, lo que hay en el plato importará poco.
Y ni que decir tiene que se debe mantener una limpieza muy cuidadosa. Los uniformes del personal tienen que estar impolutos. Al igual que los manteles y el resto de utensilios que haya encima de la mesa.
Hay cosas que son de sentido común y tanto tú como tu competencia tendrá que ofrecer. Aunque puedes encontrar algo que solo tengas tú y que atraiga a nuevos clientes. Puede ser una receta que lleva en tu familia varias generaciones, o aprender a preparar típicos postres navideños en Europa que sean poco conocidos por la zona. Algo que seguro que el resto empieza a copiar después, pero que tendrás el orgullo de decir que fuiste el primer establecimiento en hacerlo.
Cuando esto haya perdido ese elemento innovador y diferente, habrá llegado el momento de buscar algo más. Lo importante es seguir dando algo por lo que te conozcan solo a ti.
Además de unos ingredientes de primera, para sacarles el mayor provecho necesitarás tener electrodomésticos de calidad. No escatimes en esto, porque en el peor momento te puedes quedar sin poder rematar esa receta que llevas tanto tiempo preparando.
Si quieres comparar y ver cuáles son las mejores opciones, en me lo pido yo tienen todo lo que puede hacerte falta, comentado y analizado para que puedas tomar una decisión correcta.
Si cuidas de que estos detalles estén siempre presentes, conseguirás que tu negocio de restauración triunfe. Y es que no hay nada más satisfactorio que ver a un cliente satisfecho salir por la puerta.
