24 octubre 2019
Ep.
Cáritas Diocesana ha atendido a un total de 959 personas en sus recursos en Plasencia (Cáceres) y Don Benito (Badajoz) entre el 1 de enero de 2019 y el 20 octubre.
En concreto, según los datos aportados por el director de Cáritas Diocesana de Plasencia, Ángel Custodio Sánchez, se ha atendido a 553 personas en el Centro de Atención al Transeúnte y el Centro de Reinserción Regional en Plasencia, y 403 en la Casa de Nuestra Señora de las Cruces de Don Benito.
El director del Centro de Acogida (CAT), Iván Torres, ha destacado que el problema de las personas sin hogar "no es el empleo, que lo es, la vivienda, que lo es, la participación que lo es, sino que es un conjunto de problemas y de variables que afectan" al individuo.
Torres ha destacado que las estancias en los recursos asistenciales son "más largas", ya que "los problemas son más difíciles, los mecanismos y procedimientos de inserción son más complicados y la exclusión es más severa, más persistente y más difícil".
Entre los datos ofrecidos por Torres de los acogidos en el Proyecto Volver a Ser, destaca que el 90% de los usuarios son hombres, mientras que las mujeres se mantienen en el 10% de los usuarios.
La nacionalidad mayoritaria es la española (80%) seguida por ciudadanos de Portugal, Rumanía y Marruecos. Destacan entre los nacionales que el 30% son extremeños y el 9% nacidos en la ciudad de Plasencia.
La edad mayoritaria de los usuarios es de entre 45 y 54 años (46% de los usuarios). De estos usuarios, el 32% de las personas en acogida prosiguen el proceso de inserción, y el resto "están en la exclusión social", una situación que está siendo "amortiguada por los centros de acogida, pero están en exclusión severa", según Torres.
En la fase de inserción, en el Centro de Reinserción Regional del Proyecto Volver a Ser, que desarrolla Cáritas Diocesana, las estancias son de entre 1 y 2 años, atendiendo a 34 personas y es un recurso que "cada vez se demanda más" y la estancia prolongada (de 2 años o más) es del 32%.
Como dato curioso se ha tenido que atender a tres generaciones de una misma familia, "abuela, madre, hija", lo que demuestra que "la pobreza se hereda". También ha destacado Torres el "incremento de los problemas de adicción a sustancias y que afecta a personas más jóvenes".
La inserción se realiza a través del grupo Cáparra, empresa social de Cáritas Diocesana, así como a través de la Brigada Verde y mediante el servicio de orientación laboral con la colaboración de las empresas locales.
Unas empresas para las que Torres ha pedido "sensibilidad para acoger a estas personas en el ámbito laboral" y que puedan entrar "en el mercado laboral con normalidad".
El último de los recursos de inserción son los "pisos de vida autónoma" en el que hay seis personas que se encuentran ya en esta última fase.
Sánchez ha querido destacar el lema de la campaña de este año de las personas sin hogar es "Ponle Cara", un lema "acertado" porque la sociedad está acostumbrada a "hablar de la pobreza, de la exclusión social, pero nos quedamos ahí", pero no se da cuenta de que estas personas están "al lado, en la calle, en su barrio".
Por ello, esta campaña quiere que "dejen de ser desconocidos" y se les ponga "cara". Aunque se trata de una campaña temporal, según Ángel Custodio, "Cáritas está en campaña permanente" a favor de las personas sin recursos.
Por ello, en esta campaña no se trata de "recaudar dinero" sino de que "las personas sin hogar nos interpelen y que nos digan cuales son sus necesidades".
El informe Foessa indica que se está creando una sociedad "desvinculada", ha relatado Sánchez, ya que los datos que ofrece este informe indica que "se está creando un sector de personas en riesgo de inclusión" pero que la "sociedad sigue la marcha sin preocuparse por ellas".
Y es que desde 2008 el número de las personas en exclusión social ha aumentado el 12 por ciento.
