Extremadura perderá 71.422 habitantes entre 2018 y 2033

La comunidad autónoma de Extremadura perderá un total de 71.422 habitantes entre 2018 y 2033, lo que supone un descenso del 6,7 por ciento en su población actual, en el caso de que se mantengan las tendencias demográficas actuales.

En concreto, y según los cálculos realizados por el Instituto de Estadística de Extremadura (IEEx), la región pasaría de los 1.070.586 habitantes que tenía a fecha 1 de enero de 2018, a los 999.165 habitantes en el año 2033.

Por provincias, la evolución de la población de muestra una pérdida poblacional tanto en Badajoz como en Cáceres, pero con "diferencias cuantitativas", ya que en la de Badajoz se esperaría un decrecimiento demográfico del 5,2 por ciento, mientras que en la de Cáceres, el descenso sería 9,2 por ciento, según informa el IEEx en una nota de prensa.

En cuanto a las capitales extremeñas, y si se mantuviesen las condiciones actuales, las tres registrarían un descenso poblacional en 2033, que sería del 6,1 por ciento en Mérida; del 4,4 por ciento en Cáceres y del 1,9 por ciento en Badajoz.

Además, durante estos 15 años continuaría el "progresivo envejecimiento de la población", de tal forma que aumentarán los grupos de edad de 50 a 65 años, que crecería un 1 por ciento, mientras que el 66 años y más aumentaría un 29,6 por ciento, mientras que se reducirá la población de los grupos de edad de 0 a 15 años, que caerá un 21 por ciento; de 16 a 29 años (-13%) y de 30 a 49 años (-26,7%).

Además, los datos señalan que todas las agrupaciones municipales perderían población en 2033 excepto la del Guadiana, que crecería un 1 por ciento, mientras que los mayores descensos poblaciones se registrarían en Sierra de Montánchez (-18,6%); Trasierra-Tierras Granadilla-Valle del Ambroz-Hurdes (-16,3%); La Serena (-16,2%) y Villuercas-Ibores-Jara (-15,7%).

LOS NACIMIENTOS CAEN UN 12,8%

A su vez, durante el periodo 2018-2032, se prevé un descenso del número de nacimientos en Extremadura del 12,8 por ciento, y en el caso de las capitales extremeñas, el número de nacimientos se reduciría un 33 por ciento en Cáceres, un 27,4 por ciento en Mérida y un 19,7 por ciento en Badajoz.

Por comarcas, el IEEx destaca un aumento de los nacimientos en la Zona Centro, del 19,3 por ciento, y en Las Villuercas-Los Ibores-La Jara, un 10,9 por ciento, mientras que se prevé un descenso en Riveros del Tajo (-21,3%) y Valle del Jerte (-19,2%).

Por su parte, las defunciones en Extremadura bajarían un 1,5 por ciento hasta 2033, aunque se registrarían aumentos en las ciudades, tanto en Mérida (5,9%) como Badajoz (8,1%) y Cáceres (18%).

Los datos apuntan además a un aumento de las defunciones en Sierra de Gata (54,1%) y Guadiana (45,4%), y un descenso en las comarcas de La Vera (-34,8%) y Sierra de Montanchez (-31,7%).

Así, según señala el Instituto de Estadística de Extremadura, como consecuencia de las tendencias previstas para los nacimientos y defunciones, "el crecimiento vegetativo sería negativo" en este periodo, en el que además se alcanzaría un "significativo proceso de envejecimiento" en la región, que pasaría de una tasa de natalidad de 7,74 en 2018 a 7,19 en 2032; mientras que la tasa de mortalidad subiría de 10,83 a 11,38.

A colación de esto último, explica además que el envejecimiento de la población extremeña es un hecho que puede observarse en la evolución del Índice de envejecimiento, que mide el porcentaje de población de 65 años y más sobre la población de 0 a 14 años años, y que pasa de 130,16 en 2018 a 206,5 en 2032, mientras que el Índice de juventud (número de personas entre 15 y 29 años por cada 100 habitantes) pasaría del 14,81 en 2018 al 12,64 en 2032.

Por este motivo, la tasa de dependencia (población menor de 16 años y mayor de 65 entre la población de 16 a 65 años) continuaría con su tendencia ascendente pasando de 51,74 por ciento en 2018 al 63,23 por ciento en 2032.

Por último, la tasa de fecundidad entre 2018 y 2032 (relación que existe entre el número de nacimientos ocurridos y la población femenina en edad fértil en un periodo de tiempo) aumentaría de 36,55 nacimientos por cada mil mujeres a 40 nacimientos, un aumento que cuando los nacimientos caen, se debe a la reducción en mayor medida del número de mujeres en edad fértil.