Transcurrido todo un año, podemos concluir que, salvo insignificantes excepciones, la vida de los empleados públicos sigue igual, ya que ha sido mínima la recuperación de los derechos arrebatados, manteniéndose la citada pérdida de poder adquisitivo.
La reducción del empleo público mantenida a lo largo de los últimos meses está poniendo en serio peligro el modelo de función pública que debe dar servicio al ciudadano.
Como viene siendo habitual, con el comienzo de un nuevo año proliferan los análisis de la situación del país, en especial en términos económicos y sociales, con relación al ejercicio precedente.