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  • 14 nov 2024

Qué debería saber acerca de los anticonceptivos hormonales

09 noviembre 2014

Cáncer de mama, aumento de peso, inapetencia sexual… Los anticonceptivos hormonales han estado siempre ligados a una leyenda negra de padecimientos y enfermedades, creencias, algunas erróneas y otras no, de las que hoy tenemos más evidencia.

Anticonceptivos hormonales

Con este apelativo no sólo nos referimos a las archiconocidas píldoras anticonceptivas, sino también al parche hormonal, el anillo vaginal y el DIU (no de cobre) entre otros.

Como su nombre bien indica, habitualmente se encargan de liberar dos hormonas femeninas: estrógenos y progestágenos, que mediante mecanismos diversos inhiben la ovulación en la mujer, y generan las condiciones ideales para la no anidación del embrión.

 

No sólo impiden el embarazo no deseado 

Muchos son los pacientes, y profesionales, que ignoran los beneficios no anticonceptivos de este tipo de anticonceptivo.

Y es que no sólo luchan contra el embarazo no deseado, si no que con ellos podemos lograr controlar otros síntomas en la mujer, entre los que cabe destacar:

  • Acné, hirsutismo, piel grasa: la teoría nos dice que todos los anticonceptivos actúan sobre ellos, pero en la práctica, dependiendo del anticonceptivo que se emplee, se conseguirá una acción mayor o menor frente a estos síntomas.
  • Ciclo menstrual: consiguen habitualmente un mejor control del ciclo, disminuyen el dolor y las molestias menstruales.
  • Cáncer de endometrio y ovario: se ha demostrado una disminución en la incidencia de este tipo de cánceres en las mujeres consumidoras de anticonceptivos hormonales combinados.

 

Pero, ¿son realmente seguras?

Ahora llegamos a uno de los puntos más conflictivos para las pacientes, y donde las unidades de Planificación Familiar tienen su caballo de batalla. Muchos son los rumores y las “malas” experiencias que circulan por diferentes medios, desde foros on-line hasta vecinas y amigas varias.

Pero, vamos a desgranar lo que nos demuestra a día de hoy la evidencia científica, según propugna en sus protocolos la Sociedad Española de Contracepción, el Ministerio de Sanidad en su última actualización sobre el tema:

  • Cáncer de mama: puede ser uno de los efectos más temidos, y uno de los más imbuidos en la mente de la población, pero en el que existe la mayor controversia. En todo caso, el exceso de riesgo sería muy pequeño, y de lesiones mucho más localizadas y con mejor pronóstico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluso las mujeres con historia familiar de cáncer de mama no tienen restringido su uso.
  • Cáncer de cérvix: no por los anticonceptivos per-se, sino por el riesgo de infección por el virus del papiloma humano, al no emplear un método de barrera para evitarlo. De ahí la importancia de la vacuna frente al VPH, y la doble protección (anticonceptivo hormonal + preservativo) en mujeres jóvenes.
  • Sangrados entre reglas: son relativamente frecuentes en los primeros ciclos, y una de las principales causas de abandono para pacientes no advertidas previamente. Tiende a desaparecer, aunque puede controlarse cambiando la dosis hormonal de los preparados.
  • Inapetencia sexual: es uno de los efectos menores descritos con su uso, y al igual que el anterior, puede controlarse con el cambio de dosis o de vía de administración.
  • Aumento de peso: aunque puede aparecer, normalmente está ligada a una retención de líquidos, y pueden emplearse preparados derivados de diuréticos para evitarlo.
  • Acné: como ya se citó anteriormente, el riesgo es bajo, e incluso podemos emplear ciertos preparados hormonales para controlarlo.
  • Trombosis: el riesgo absoluto es muy pequeño en pacientes sanas, aunque algunos preparados tienen mayor impacto en este sentido.

En este sentido, también sería conveniente desterrar ciertos mitos. Es necesario saber que los anticonceptivos hormonales no producen esterilidad tras su abandono, ni aumentan la tasa de embarazo múltiple, ni se ha demostrado que produzcan malformaciones si la mujer queda embarazada usándolos.

 

¿Qué anticonceptivo es mejor?

Para terminar, la gran pregunta, ¿cuál método es mejor? ¿Anillo, parche, preservativo, bloqueo tubárico…?

Si nos basamos sólo en la eficacia teórica del método, podríamos ordenarlos de mayor a menor poder contraceptivo, pero la adherencia al método y el modo de empleo juega un papel fundamental en este sentido. Por ejemplo, el preservativo es un método muy seguro a este respecto, pero en pocas ocasiones se usa se manera adecuada, por lo que otros métodos en teoría menos eficaces teóricamente podrían ser más seguros en su uso habitual.

De ahí la importancia de un buen consejo anticonceptivo por parte de las unidades de Planificación Familiar, ofreciendo a la mujer los métodos disponibles en función de ciertos criterios de elegibilidad (edad, tensión, peso, consumo de tabaco, antecedentes familiares y personales) y en función de las preferencias de la mujer. Y, por ende, teniendo en cuenta también los beneficios no anticonceptivos de los diferentes preparados.

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