16 octubre 2017
La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) ha recomendado revisar los hábitos de consumo para acabar con el "despilfarro" de alimentos, con motivo del Día Mundial de la Alimentación que este año se celebra bajo el lema 'Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural'.
Desde la UCE, se señala que, según la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cada año se tiran a la basura 1.300 millones de toneladas de alimentos.
Así, desde 1979 cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, creado por la FAO con la finalidad de concienciar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y para fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza, dando a conocer todos los problemas que hay detrás.
Por ello, la UCE se ha unido a la celebración de este día, porque la alimentación es "un acto de consumo necesario e imprescindible para la vida humana, y un derecho de todos, tal y como está recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos".
En la actualidad cerca de 1.000 millones de personas en los países en desarrollo viven en la pobreza extrema, y el 68 por ciento de ellos viven en zonas rurales donde la agricultura es "la principal fuerza impulsora" de la economía rural y, en algunos casos, de toda la actividad económica, y "no tiene acceso a las medidas de protección social adecuadas y necesarias".
Por esta razón, la FAO ha intensificado sus esfuerzos para ayudar a los gobiernos y a sus asociados a incorporar la protección social en las estrategias y políticas nacionales de desarrollo.
Aún así, "no toda la responsabilidad debe recaer en los Gobiernos", señala la UCE, ya que cada uno de los individuos puede "contribuir a mejorar esta situación", por ejemplo, evitando el "despilfarro" de alimentos, que según la FAO, se calcula en 1.300 millones de toneladas anuales.
CÓMO EVITAR EL "DESPILFARRO" DE ALIMENTOS
De esta forma, para dar respuesta a la pregunta ¿qué pueden hacer los consumidores desde sus hogares para evitar que toneladas de alimentos terminen en el cubo de la basura?, la UCE ha facilitado "sencillas" recomendaciones para evitar este "despilfarro" en la cesta de la compra.
Así, algunas de las recomendaciones es exigir productos de calidad en el mercado, pero no basados en el aspecto, ni en el excesivo empaquetado, ni en la cantidad, así como de llevar una lista con los productos necesarios cada vez que se hace la compra, y no caer en la tentación de las ofertas.
De igual modo, se deben planificar las comidas con antelación para condicionar la compra y no fijar como prioridad la apariencia, ya que gran cantidad de alimentos se desperdician a pesar de estar en buenas condiciones, solo porque carecen de una imagen "perfecta". También es aconsejable no ir a la compra con el estómago vacío.
Además, es preferible ir a la compra cada semana y llevarse sólo lo que se va a consumir, sobre todo en lo relacionado con productos perecederos, como verduras, lácteos, frutas, carnes o pescados, al mismo tiempo que los productos frescos se deben colocar en la nevera según su fecha de caducidad o tiempo de compra, para que los que caduquen antes o se hayan comprado en primer lugar sean los primeros en consumirse.
Asimismo, si se ha comprado carne o pescado y no se consumirá en breve espacio de tiempo, se deberá congelar, así como determinadas verduras u hortalizas. Si sobran determinados alimentos después de una comida se pueden realizar nuevas recetas con ellos, o bien congelarlos para otra ocasión.
Otra de las recomendaciones que propone la UCE es tirar los alimentos solo si están de verdad en malas condiciones y consumirlos antes de que se pase la fecha de caducidad que indica la etiqueta. Los productos tienen unos márgenes en los que se mantienen en buenas condiciones, en especial, si se han guardado de forma adecuada.
No obstante, un producto almacenado en el congelador alarga su vida útil, pero tiene una fecha de caducidad y se deteriora. Puesto que cada alimento desarrolla un proceso de descomposición distinto, lo más aconsejable es anotar la fecha de congelación de los alimentos y no sobrepasar los seis meses para consumirlos.
