24 mayo 2019
La Archidiócesis de Mérida-Badajoz acogerá del 25 al 28 de mayo la imagen peregrina de la Virgen de Torreciudad (Huesca) para su veneración por parte de los fieles en las ciudades de Badajoz y Mérida.
En concreto, este sábado visitará la Ermita de la Virgen de la Soledad de Badajoz a las 12:30 horas y por la tarde a las 19:30 horas estará en la parroquia San Juan de Ribera.
Mientras, el domingo, día 26, a las 12:30 horas presidirá la romería familiar que se celebrará en la ermita de la Virgen de Bótoa y por la tarde a las 20:00 horas estará en la parroquia Espíritu Santo.
Ya el lunes estará en la parroquia de Santa Eulalia a las 20:00 horas y el martes a la misma hora en la Concatedral de Mérida, donde concluirá su periplo por la diócesis, según ha señalado el Arzobispado en una nota de prensa en la que ha agregado que, además, el lunes y martes visitará los colegios Puertapalma y el Tomillar.
Igualmente, esta visita forma parte del amplio recorrido que esta advocación mariana altoaragonesa está realizando durante el mes de mayo por Andalucía y Extremadura y esta última mantiene "estrechos" lazos espirituales con Torreciudad.
Así, en la galería de imágenes de la Virgen del santuario, que alberga más de 500 procedentes de los cinco continentes, hay varias advocaciones marianas extremeñas y, en concreto, de Badajoz fueron la Virgen de la Soledad Patrona de Badajoz, la Virgen de la Hermosa de Fuente de Cantos, y Nuestra Señora de Tentudía de Calera de León.
De Cáceres proceden la Virgen de Guadalupe y la Virgen de la Montaña (ambas de la capital), la Virgen de la Fuente Santa de Zorita, y la Virgen de Sopetrán de Jarandilla de la Vera.
A lo largo del año, bastantes grupos de peregrinos de Extremadura visitan Torreciudad en su recorrido por la Ruta Mariana a los santuarios de El Pilar de Zaragoza, Lourdes, Montserrat y Meritxell (Andorra), al que pertenece el santuario de Nuestra Señora de Torreciudad.
Cabe recordar que desde hace diez siglos, la talla románica de la Virgen de Torreciudad es el centro de una devoción verdaderamente popular, arraigada en los vecinos de los alrededores y extendida de forma universal desde la apertura al culto en 1975 del nuevo santuario, concluye la nota.
