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27 noviembre 2025 | Publicado : 13:11 (27/11/2025) | Actualizado: 14:17 (27/11/2025)
Ep.
Las asociaciones Adenex, Ecologistas en Acción y Greenpeace han lanzado la campaña '¿Alargar las nucleares? No, gracias' contra la prórroga de la vida útil de la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres) y en la que exigen su cierre "definitivo y en plazo" en 2027 y 2028, como establece el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Así pues, a través de esta iniciativa, critican la "presión" de la industria para prolongar la vida de los reactores más allá de los 40 años previstos y exigen que se cumpla el calendario de cierre nuclear a través de un manifiesto conjunto, que, junto a la postura contraria a la prórroga de Almaraz, recoge reivindicaciones como que se realice una investigación para que los residuos acumulados sean almacenados de manera que se garantice que no haya contaminación a largo plazo para las generaciones futuras, financiado íntegramente por las compañías propietarias de la central.
También exige la puesta en marcha de un plan de transición justa para Campo Arañuelo, con participación local y financiación pública y que garantice alternativas económicas sostenibles para la zona; así como la restauración ecológica total del emplazamiento nuclear una vez concluido el desmantelamiento y el periodo de vigilancia.
Así se ha puesto de manifiesto en su presentación en el Círculo Pacense por representantes de estas asociaciones como Luis Berraquero, de Greenpeace, y Julio César Pintos, de Ecologistas en Acción, junto al neurólogo Justo Vialas y el abogado y secretario del Círculo Pacense, Óscar Alonso.
El coordinador territorial de Greenpace en Extremadura, Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha, Luis Berraquero, ha explicado en su intervención que esta campaña la impulsan estas asociaciones que consideran que las energéticas han tenido "ya muchos" años de beneficio por unas centrales que han tenido "muchos incidentes y muchas incidencias", en relación a lo cual ha citado tanto accidentes nucleares internacionales como nacionales.
Entre estos últimos, ha destacado los de Palomares, Ciudad Universitaria de Madrid o Vandellós como "ejemplos del peligro que supone el mantenimiento de las centrales nucleares", al tiempo que ha planteado que no es hora de exigir rebajas fiscales, como ha ocurrido con la 'ecotasa' extremeña, ni de transferir a la sociedad los costes y riesgos de alargar la vida de Almaraz, que como ha detallado "es vieja, sucia, cara y está desfasada".
"Necesitamos mirar hacia adelante, hacia otro tipo de modelo energético", ha defendido, basado en energía renovable distribuida en lo que tilda de "una oportunidad genial para, no solo acabar y hacer un cambio tecnológico, sino también para ofrecer una oportunidad para acabar con el oligopolio en la producción de energía, para tener una ciudadanía proactiva, prosumidora de energía que pueda participar en la producción, distribución y gestión de la energía", con "más soberanía ciudadana y energética" y capacidad en la toma de decisiones sobre la producción energética.
Por todo ello, Berraquero ha expuesto que consideran que alargar la vida de Almaraz "es una locura" y una "insensatez" y exigen que se cumpla el cierre pactado según el PNIEC, tras lo que ha precisado que la campaña empieza este jueves con esta comparecencia y que, además de contar con un manifiesto, han impulsado una campaña de adhesiones para toda la ciudadanía y organizaciones que se quieran sumar.
También plantean realizar otro acto en Navalmoral de la Mata con expertos de diferentes ámbitos, ecologista o de salud pública, y el desarrollo de reuniones con empresas que se van a ver afectadas por la continuidad de Almaraz, entre otras el sector energético de las renovables que, en Extremadura, tienen "muchísimos intereses" porque contaban con que el cierre de esta central nuclear iba a dejar un "hueco" en la producción de la energía y un nodo de evacuación disponible para volcar aquella producida por las renovables.
En su opinión, habría que preguntarles a los políticos que están planteando alargar la vida de Almaraz qué pasará con ese ecosistema empresarial que está pensando en invertir en renovables, "en la energía del futuro, no la energía del pasado", cuando se postergue ese cierre, como también plantea que, con la continuidad de Almaraz hasta 2030, el Consejo de Seguridad Nuclear del país tendría que afrontar tres cierres de tres centrales nucleares en el mismo año, lo cual ve "materialmente imposible".
"Por tanto, alargar la vida de Almaraz, que sería la primera que tendría que cerrar, funcionaría a la postre como un alargamiento de todo el parque nuclear del estado español", ha alertado, con lo que se alarga "la agonía de una energía que está caduca". Al mismo tiempo, se plantean acciones en las redes sociales o mantener reuniones con los partidos políticos, especialmente de cara a la campaña con motivo de las elecciones extremeñas del 21 de diciembre para conocer los motivos que les llevan a defender la continuidad de la central extremeña.
SALUD Y BULOS
A su vez, Justo Vialas ha alertado de los riesgos a largo plazo de la radiación en la salud tanto de animales como en personas a nivel, entre otros, de infertilidad y ha ejemplificado que en los pueblos cacereños en los que se crio, Navalmoral y Mesas de Ibor, sabe de ganaderos que han visto abortos frecuentes en ovejas o de malformaciones congénitas en niños, ante lo que ha propuesto que se lleve a cabo una mesa, ya sea en Badajoz o en Navalmoral, en torno a este tema con la presencia de profesionales sanitarios y datos "contrastados".
Por su parte, Julio César Pintos ha destacado de la Central Nuclear de Almaraz que ya ha superado en más de cuatro años su vida útil respecto al tiempo para el que estaba construida; mientras que sobre su continuidad ve una "irresponsabilidad" que ciertos partidos políticos pidan su prórroga dado que "pone en peligro" tanto a España como a Portugal, como también es una vulneración de un acuerdo que ya estaba firmado en el PNIEC, sumado a la posibilidad de que se produzca un accidente nuclear o el problema que supone la gestión de los residuos.
De igual modo, ha ahondado en que, cuando tuvo lugar el apagón, Almaraz se desconectó y tardó 48 horas en ponerse en marcha, con lo que "no contribuyó absolutamente nada en restituir a la red eléctrica la energía", a la vez que ha puesto el acento en una serie de "bulos" en torno a la energía nuclear, como que no contamina y no produce CO2, cuando se debe tener en cuenta el ciclo de vida de la huella de carbono que deja desde la minería de uranio a la construcción de la central o el desmantelamiento y la gestión de los residuos.
Así, la huella de carbono es superior a la de las renovables y decir que no contamina es "falso", a la par que ha recalcado, respecto a que se dice que es una energía barata, que su electricidad es más cara de producir que la generada con tecnologías renovables y que los costes estimados de la energía nuclear en España son de entre 70 y 80 euros por megavatio hora por unidad de energía producida, por encima de los 30 o 40 euros de las energías solar, fotovoltaica y eólica.
