21 diciembre 2020 | Publicado : 14:12 (21/12/2020) | Actualizado: 17:04 (21/12/2020)
El Ayuntamiento de Cáceres ha ordenado precintar este fin de semana dos establecimientos de ocio nocturno de la plaza de Albatros de La Madrila, que se enfrentan a sanciones desde 30.001 euros e incluso el cierre del establecimiento hasta un tiempo máximo de tres años.
Además, se ha propuesto para sanción a otro local en la calle Pizarro, tras ser inspeccionados por el GES (Grupo Especial de Seguridad) de la Policía Local y comprobar que no cumplían con las medidas sanitarias impuestas por la situación de pandemia.
Así pues, en La Madrila, en uno de los bares sancionados la noche del sábado a las 00:40 horas, los agentes comprobaron que aunque la puerta principal se encontraba cerrada y con las luces apagadas, se escuchaba música desde la calle, por lo que se procedió a entrar para realizar la pertinente visita de inspección.
Una vez en el interior, se comprobó que la actividad de ocio se estaba desarrollando con más de 60 personas en el interior y que la música estaba bastante alta.
En este caso, según el informe de la Policía Local, se incumplía la distancia de un metro y medio entre las mesas, también entre los grupos de clientes e incluso no se estaba realizando la obligatoria limpieza y desinfección del local y de los baños.
Tampoco existía un itinerario marcado de entrada y salida con el agravante de que se estaba utilizando la pista para bailar. Además, nadie en el establecimiento estaba haciendo uso mascarilla.
Por lo tanto, aparte de que las condiciones encontradas en el bar "suponían un grave riesgo para la salud de todas las personas que estaban allí", también era un peligro añadido el hecho de que los accesos a la puerta principal desde la sala se encontrasen cerrados con cadenas y candados, una de las salidas de emergencia totalmente anulada y llena de obstáculos y la otra cerrada y sin ningún tipo de señalización, según informa el Consistorio cacereño en una nota de prensa.
Mientras, el segundo local sancionado y que será precintado presentaba la puerta principal cerrada pero mantenía abierta una lateral en la que un portero dejaba entrar y salir a la clientela a la 01:10 horas, cuando no está permitido hacerlo a partir de las 00:00 horas.
Cuando los agentes entraron en el establecimiento, observaron a unas 50 personas consumiendo con normalidad y entrando y saliendo con bebidas y sin tener en cuenta ninguna de las premisas ni obligaciones sanitarias del Covid-19.
"Ni distancias de seguridad, ni limpieza y desinfección, ni itinerarios de entrada y salida e incluso personas fumando y un menor que estaba consumiendo alcohol. También se sorprendió a varias personas consumiendo estupefacientes en los baños", asegura el Consistorio.
LOCAL EN LA CALLE PIZARRO
Por otra parte, el tercer local inspeccionado, en este caso en la calle Pizarro, no será precintado pero sí propuesto para sanción tanto económicamente como con reducción de horarios a la hora del cierre durante los días sucesivos. En el momento de la inspección del GES, el bar tenía un aforo de 30 personas más del permitido, ya que no disponía de un control de acceso de personas en la puerta de entrada.
A este respecto, el concejal de Seguridad del Consistorio cacereño, Andrés Licerán, ha recordado que ya se advirtió de que se iba a mostrar "tolerancia cero" ante los incumplimientos sanitarios que pusieran en riesgo la salud de las personas. "Las fiestas navideñas, lejos de animarnos a subir un poco la mano ante estas situaciones, nos va a mantener más alerta que nunca", ha concluido.
