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04 febrero 2020
El Colegio de Veterinarios de Cáceres ha alertado de la presencia de la procesionaria del pino, una oruga que aparentemente puede parecer inofensiva pero puede resultar una "amenaza" para animales domésticos, a los que puede causar "lesiones muy graves" de urticaria para el animal.
En concreto, la presencia de esta oruga, cuya temporada se prolonga aproximadamente entre los meses de febrero a abril, también es perjudicial para los seres humanos, especialmente para los más pequeños por la presencia de este animal.
Hasta el momento, los principales focos detectados en la ciudad de Cáceres son el Parque del Príncipe, el Paseo Alto, el Olivar Chico, la Rotonda de Renfe de la Policía, la Sierrilla y el Parque de Universidad en el Campus.
Así pues, ante esta situación, el Colegio de Veterinarios de Cáceres ha destacado la necesidad de poner en conocimiento de la población cacereña de las consecuencias y prevención ante la presencia de la procesionaria durante estos meses, en los que la oruga eclosiona del nido y comienzan la búsqueda de un suelo adecuado donde formar la crisálida, protegiéndose del ataque de posibles depredadores a través de sus más de 50.000 pelos urticantes donde guardan veneno.
Esta "procesión" que inician puede llamar la atención de las mascotas al estar a su alcance en el suelo, según informa el Ayuntamiento de Cáceres en una nota de prensa, en la que señala que las clínicas veterinarias de Cáceres registran cada año nuevos casos de intoxicación producidos por este insecto, por lo que se advierte que "el mejor recurso es evitar la exposición" de las mascotas en las zonas preferidas por esta plaga.
En ese sentido, el presidente del Colegio de Veterinarios de Cáceres, Juan Antonio Vicente, recomienda poner especial atención en cualquier espacio donde haya pinos, abetos y cedros, y "si tu mascota olisquea, lame o se come alguna procesionaria debes acudir inmediatamente al veterinario".
Además, según ha destacado, los principales síntomas en el animal pueden ir desde nerviosismo, hipersalivación, rascarse de forma reiterada con las patas en el hocico, hasta inflamación y enrojecimiento que puede derivar en úlceras, convulsiones o la pérdida de parte de la lengua.
"Es fundamental identificar a tiempo la intoxicación y actuar de urgencia", advierte el presidente del Colegio de Veterinarios de Cáceres, quien ha añadido que en caso de no encontrarse cerca de un profesional, recomienda lavar la zona afectada sin frotar con agua caliente, vinagre o jabón, para desactivar la toxina. Se aconseja además utilizar siempre guantes y gafas para evitar el contacto con los pelos de la procesionaria, que también afectan a las personas.
Finalmente, el Ayuntamiento de Cáceres avanza que se han puesto en marcha medidas para solventar o al menos aliviar este problema, a través de Parques y Jardines y la empresa concesionaria Talher.
"Como los tratamientos químicos para erradicarla están restringidos por ley, se está procediendo a quitar manualmente los nidos visibles con una plataforma de poda que permite subir hasta las copas de los árboles", ha asegurado el alcalde, Luis Salaya.
Cabe recordar que hasta este pasado lunes, se habían limpiado más de 200 árboles en la ciudad con una media de 15 nidos de procesionarias por cada árbol en una campaña que aún no ha terminado, por lo que durante las próximas semanas se seguirá con este trabajo por parte de los profesionales.
