Ya de inmediato, cuando estas líneas ocupen el espacio en el blog que, amable lector, atrajo tu atención, se estarán celebrando en Zalamea de la Serena, organizados por su Concejalía de Cultura, los actos conmemorativos de los 25 Años, la XXV Edición Teatro Alcalde de Zalamea. Edición que, como destaca el Presidente de la Junta de Extremadura “…tiene un carácter especial, con ella se rinde homenaje a todo el municipio, a su historia, a su gente, a los que ya no están pero que inculcaron a los más pequeños esta tradición teatral, la ampliación y el esfuerzo altruista para hacer de “El Alcalde de Zalamea” el mejor ejemplo de cómo un pueblo de gente sencilla y trabajadora se pone al servicio de la cultura.”
25 años de una deliciosa y ya bien consolidada tradición, plena de vida y de vigor. 25 años que posiblemente podemos documentar, en los que parecen claros precedentes, con bastante anterioridad. Así, me atrevo a presentar -con las inevitables limitaciones de espacio para unas informaciones más extensas y detalladas- diversas noticias publicadas en la prensa provincial entre mediados de agosto y septiembre de 1925, insertos en las páginas de CORREO DE LA MAÑANA, periódico diario editado en la ciudad de Badajoz.
En el número correspondiente a 13 de agosto de 1925, firmado por Dionisio García Izquierdo Dávila, Zalamea de la Serena, 8 de agosto de 1925, bajo el título “Calderón de la Barca y Zalamea de la Serena, el autor comienza exponiendo: “Bien merece del pueblo de Zalamea honroso y venerado recuerdo aquel que, como don Pedro Calderón de la Barca, contribuye de un modo tan directo y loable a perpetuar su memoria, haciendo correr su fama hidalga y noble por todas partes, representada y vivida en una de las mejores obras del inmortal dramaturgo madrileño.
García Izquierdo, mostrando unos profundos conocimientos de la literatura y del teatro del Siglo de Oro hispano, pasa revista a las versiones de otros autores, y “…huyendo de molestar más, termino pidiendo desde estas columnas, con toda mi alma y el nombre del común sentido de este pueblo -que aún conserva incólume en sus venas, a través de cuatro siglos, la nobleza e hidalguía de su Alcalde- gloria eterna a la memoria del insigne autor... en que logra como nadie presentar en perfecto orden lo externo, interno y sobrenatural y, sobre todo, por sus planes verdaderas muestra de maestría, habilidad y reflexión.”
En CORREO DE LA MAÑANA de 1 de septiembre se inserta una crónica remitida el día anterior por el corresponsal, bajo el título “Grandes fiestas en Zalamea de la Serena.”. Se dice: “Ya la Comisión del homenaje a Pedro Crespo…ha dado por terminados sus primeros trabajos confeccionando un sugestivo programa de festejos que seguro será por todos elogiados, ya que en Zalamea los días 13 y 14 del mes entrante, sin omitir sacrificio se logra conmemorar el acto varonil de su célebre Alcalde revistiendo los actos que se organizan una solemnidad inusitada…”
Se detallan los invitados que se esperan. Y el día 13 de septiembre -coincidiendo con la fecha del golpe de Estado-proclamación del Directorio militar de Primo de Rivera-,...”a las doce será descubierta la artística lápida conmemorativa de Pedro Crespo colocada en la fachada principal del Ayuntamiento, celebrándose después brillante recepción,…sirviéndose al elemento oficial un vino de honor.
Prosigue el programa: “…a las siete de la tarde gran verbena, bailes públicos y de sociedad, iluminaciones eléctricas, elevación de globos, cucañas, etcétera y una buenísima colección de fuegos artificiales en la plaza de Calderón representándose a las once de la noche en función de gala la obra magistral de la literatura mundial debida al genio de Calderón de la Barca titulada El alcalde de Zalamea.
En la mañana del 14, visita de los invitados a la casa donde vivió el Alcalde y el reparto de limosnas a los pobres en aquella antigua y celebré casa que la tradición de inmemorial tiempo señala como la de Pedro Crespo o Cristóbal de Villanueva, seguido de una visita al histórico monumento conocido por el nombre de Escalinata de Trajano, de la Real capilla del Santo Cristo y otros notables de la población. Y, con nueva colección de fuegos artificiales, para a las once representar en función popular y gratuita la obra El Alcalde de Zalamea.
Además, lo destaca el anónimo corresponsal, “Una importante banda de música amenizará todos los espectáculos y la compañía Francés-Salado Hompanera actuará en nuestro coliseo.”
El periodista termina su crónica con una ilusionante llamada -que para esos venideros días entre los próximos 16 y 19 de agosto también deseo formular-: “Extremeños, acudid a Zalamea el 13 de septiembre venidero -de aquel pasado 1925-, pues las fiestas que se preparan no se repetirán -por fortuna no fue así- y estad seguro de que en el pueblo encontrareis simular efecto y comodidades habiendo buen servicio de automóviles a todos los trenes en las estaciones de Castuera y Campanario que con comodidad suma a este hospitalario pueblo os trasladarán, siendo en el recibidos con muestras de gran consideración, continuando en los días sucesivos la importante feria de ganado con grandes fiestas, lo que oportunamente daré cuenta.”
Casi de inmediato, en el ejemplar de 3 de septiembre de 1925 del diario, bajo el título “Homenaje a “El alcalde de Zalamea” informa de la presencia en Badajoz de representantes municipales “…para invitar a diversas personalidades para los actos que, en homenaje a Pedro Crespo, que inmortalizó Calderón en su obra El alcalde de Zalamea, se celebrarán en dicho lugar los días 13 y 14 del corriente mes.”
Así, “Visitaron a las autoridades civiles, militares, eclesiásticas quiénes, muy complacida, aceptaron la invitación y ofrecieron cooperar al esplendor de la fiesta.”, saliendo muy satisfechos.
Para finalizar se señala: “Asimismo se muestran muy esperanzado del buen éxito de los actos que, a jugar por el entusiasmo que pone en la organización, es de creer que resultarán lucidísimos.”
Intentaremos aproximarnos a esas expectativas.
