En una de las pasadas entradas de este blog me refería a Don Cándido Fernández Fernández, un destacado Maestro de Villanueva del Fresno sobre el que el Cronista de esa localidad Manuel Hurtado Fadrique había escrito y allá por la primavera del 2014 había pronunciado una conferencia. En ambas aportaciones había mostrado la extraordinaria profesionalidad de un Maestro que desarrolló toda su actividad docente en la localidad donde inició sus tareas.
Y hasta nosotros han llegado informaciones que nos sitúan ante algún mínimo y puntual “incidente” con el que Don Cándido hubo de lidiar. En efecto, algunos escritos contenidos en un Libro de minutas, custodiado en el Archivo de la Diputación de Badajoz en el que Pedro Moreno Rubio, el Inspector de instrucción primaria de la provincia de Badajoz entre 1855 y 1862, recogió y copio las comunicaciones que de su pluma salían, posibilitan el conocimiento de algunas actuaciones de las Juntas locales de Instrucción Primaria y de sus miembros.
En los meses centrales de 1858 se produce en Villanueva del Fresno una situación problemática, cuyo análisis permite el conocimiento de las tensiones y divergencias que entre los diversos sectores sociales implicados en la tarea educativa de los niños y niñas se pueden producir, conflictos, al menos en esta ocasión, saldado con el diálogo y la cordura suficiente.
El 3 de mayo de ese año el Inspector comunica a la Junta de Instrucción Pública que: “A esta Inspección de mi cargo se ha quejado un individuo de la Junta Local de Villanueva del Fresno del estado lamentable en que se encuentra la primera enseñanza en la escuela pública de niños de dicha villa, no sólo por los ningunos adelantos que estos tienen, si también por la falta de uniformidad en la elección de los libros de texto, y lo que es más grave por que en la enseñanza moral y religiosa se le obliga á aprender definiciones extravagantes, y aun de dudosa moralidad."
¿Quién es la persona que ha elevado la queja al Inspector? En el Libro de Minutas aparece tachado el siguiente texto: "D. Francisco Galbez y Guzmán, individuo de la Junta Local de Villanueva del Fresno me dice con esta fecha lo que se lee en la adjunta copia." Y en esa misma fecha, Pedro Moreno Rubio escribe a "D. Francisco Galbez y Guzmán, individuo de la Junta local de Villanueba del Fresno" manifestándole “Quedo enterado de cuanto se sirve participarme en la comunicación del día del actual y después de dar á V. las debidas gracias por el interés que se toma por la enseñanza de los niños de esa población, le participo que hoy mismo lo pongo, con la correspondiente reserva, en conocimiento de esta Junta para que adopte una medida que sea bastante á corregir los males de que se lamenta."
Al poco, transcurrido un mes, el 8 de Junio, el Inspector informa a la Junta provincial: "... ha visitado la escuela pública superior de niños que en Villanueva del Fresno regenta D. Cándido Fernández, y observado que ni entre los diferentes libros de texto adoptados en dicha escuela ni en los cuadernos manuscritos que se usan para la enseñanza de algunas materias hay nada que se oponga á los principios de buena moral ni que puedan extrabiar la imaginación de los niños. Pues si bien es cierto que en la época en que se dio la queja de que el referido el Maestro enseñaba á sus discípulos la Religión y Moral por medio de manuscritos en que se enseñaban principios extrabagantes, también lo es que dichos apuntes han desaparecido de la escuela por virtud de los consejos del actual Cura párroco y convencimiento del Maestro.", por lo que propone se archive el asunto. Y la ocasión es aprovechada por el Inspector para sugerir la adopción de una serie de medidas en las que se radiografía la situación educativa en Villanueva del Fresno.
Pedro Moreno Rubio propone "Entre las diferentes medidas que reclama la enseñanza en Villanueva del Fresno es la de mayor necesidad el ordenar al Ayuntamiento de la dicha villa que inmediatamente disponga la separación de las dos escuelas elemental y superior. = Reunidas las 2 clases en un mismo local, por cierto, poco aparente, la enseñanza que se practica es tan imperfecta y escasa que ni aun se encuentran los niños ni medianamente impuestos en las materias elementales. = Bien avenidos los maestros, con esta reunión porque ella los exime de adquirir más cómodamente la responsabilidad á que en falta de ella les hacia acreedores de caminar tranquilos en la indiferencia de la autoridad local y del pueblo, sin cuidarse de la responsabilidad moral que sobre ellos pesa."
En diversas ocasiones Don Cándido fue premiado por las autoridades educativas como recompensa y reconocimiento de la labor docente desarrollada. Ya el Cronista oficial de Villanueva, Manuel Hurtado las ha presentado. Pero permítaseme incida en la información que en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz correspondiente al 21 de octubre de 1869 se incluía, publicando una comunicación del Ministerio de Fomento al Director general de Instrucción pública, Madrid, 5 de octubre de 1869, acompañada de una "Relación de los Maestros de primera enseñanza de que se hace mención honorífica en la Gaceta por orden de la Regencia del Reino de 5 de octubre corriente"
Estos Maestros y Maestras, tres de cada una de todas las provincias, habían sido "... designados por las Juntas provinciales como de mérito sobresaliente en cada localidad, á fin de que les sirva como de especial recomendación en su carrera y de honroso estímulo á la benemérita clase de profesorado público.", transcribiendo así la Gaceta de Madrid, lunes, 18 de octubre de 1869.
Los premiados por la provincia de Badajoz son: D. Cándido Fernández, D. Manuel de la Cruz Sánchez y don Juan García Gil, maestros los dos últimos, respectivamente, de Fuente de Cantos y, en eso año de 1869, de Barcarrota.
Diversas informaciones que a la altura de 1892 se recogen en El Magisterio Español van mostrando las decisiones de tipo administrativo que en la Junta de instrucción primaria va adoptando en relación al cese de sus actividades docentes. Así, en el número 18 de la revista profesional, Badajoz, 10 de mayo de 1892, se transcriben acuerdos adoptados en la sesión de la Junta de 30 de abril de 1892: "Participar á D. Cándido Fernández su jubilación por edad."
En el número siguiente, Badajoz, 17 de mayo de 1892, los redactores señalan: "Ha sido aprobada la jubilación del anciano y dignísimo maestro de Villanueva del Fresno nuestro querido amigo D. Cándido Fernández.
En su larga y honrosa carrera profesional ha educado muchas generaciones de aquel pueblo, donde es objeto de toda clase de consideraciones y respetos por sus grandes merecimientos y bondadoso carácter.
Ejerciendo o jubilado, el Sr. Fernández es siempre una gloria del Magisterio español."
Al poco, en la sesión que la Junta de Instrucción primaria celebra el 20 de diciembre, según información de El Magisterio de 1 de enero de 1893, se acuerda: "Participar á D. Cándido Fernández, maestro jubilado de Villanueva del Fresno, su clasificación con el haber de 1.200 pesetas anuales."
En El Magisterio Extremeño de 14 de octubre de 1897 se informa de que en la sesión de la Junta de Instrucción de 6 de octubre: "Dada cuenta por el Sr. Secretario de una orden de la Junta Central de derechos pasivos del magisterio de primera enseñanza, aprobando el expediente de pensión de orfandad incoado por doña Josefa y doña Encarnación Fernández García, hijas del maestro jubilado de Villanueva del Fresno, D. Cándido Fernández, se acordó dar cuenta á las interesadas de la concesión de este derecho, á fin de que procedan á instruir las oportunas diligencias para realizar el cobro de dicha pensión."
Antes, al poco de su jubilación, la Junta -sesión de 7 de julio de 1892, El Magisterio Extremeño, Badajoz, 16 de julio de 1892, acuerda "Quedar enterada de que el día 30 de Junio han cesado en sus respectivas escuelas los maestros jubilados de Villanueva del Fresno, D. Cándido Fernández, don Juan Valentín Burgos, de Villagonzalo y Dª. Benita Sanjuanbenito Cerrato, de Oliva de Jerez; que la primera y segunda serán provistas en virtud de oposición y la tercera por ascenso.”
Una larga y fecunda vida profesional, plagada de aciertos y de plena dedicación a sus alumnos acababa. Otro Maestro vendría a sustituirle y a continuar la obra que Don Cándido venía desempeñando en su Villanueva del Fresno de adopción, como otros muchos, muchísimos, Maestros y Maestras realizaban en otros ámbitos de la geografía provincial, regional y nacional.
Porque todos y todas, salvo los “garbanzos negros” que en todo grupo humano suele encontrarse, dedicaron sus esfuerzos, sus energías y sus anhelos a mejorar la educación y la formación de sus alumnos propiciando con ello la extensión y el perfeccionamiento cualitativo de la educación provincial a la que de forma tan generosa y abnegada servían.
