Los principios y valores que han inspirado la Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo persiguen conseguir un entorno propicio para la erradicación de la pobreza, y uno de los objetivos prioritarios es la educación: asegurar una educación equitativa e inclusiva y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos en el horizonte 2030.
Todos estamos enredados diariamente con asuntos económicos sin ninguna barrera que nos proteja. La velocidad de la economía y sus cambios son mayores que la rapidez con la que nos adaptamos a ellos, por lo que se produce un desajuste...