Las agresiones por cuestión de orientación e identidad de género aumentan en Extremadura este año hasta las 23

MÉRIDA, 10 (EUROPA PRESS)

La Oficina de Atención a Víctimas por LGBTIfobia de Extremadura ha atendido desde principios del año 2020 hasta el mes de diciembre un total de 23 agresiones de distinta naturaleza, seis agresiones más que en 2019.

Entre ellas, destacan las injurias y amenazas, la destrucción o vandalismo de la propiedad y los ataques físicos, todas motivadas por homofobia, lesbofobia, bifobia o transfobia.

A pesar de que se supera la veintena de víctimas de delitos de odio que se ponen en contacto con la Fundación Triángulo Extremadura, tan solo se han denunciado oficialmente hasta la fecha el 39,1 por ciento de las agresiones, lo que indica el alto nivel de infradenuncia que existe.

La media de edad de las personas que han sufrido una ataque o discriminación ha sido de 29 años, resultando casi el 10 por ciento de víctimas menores de edad (9,53%), ha informado la Fundación Triángulo Extremadura en nota de prensa con motivo de la celebración del Día de los Derechos Humanos.

Por intervalos de edad, el más frecuente ha sido el comprendido entre los 18 a 25 años y, por territorios, Cáceres ha sido la provincia con más incidencias registradas.

Asimismo, y por el momento, no existen prácticamente diferencias entre las agresiones producidas en entornos rurales extremeños y localidades que sobrepasan los 10.000 habitantes.

La presidenta de Fundación Triángulo Extremadura, Silvia Tostado, ha mostrado también su preocupación por el incremento de los discursos de odio que están "legitimando el hostigamiento hacia personas LGBTI", especialmente hacia personas trans que ven cuestionado su derecho a la propia identidad cuando se trata de uno de los derechos fundamentales a nivel individual.

Para hacer frente a estas realidades es necesaria, ha insistido, la implicación de toda la ciudadanía y de las Administraciones públicas, además de seguir trabajando en materia de cooperación internacional, educación para la transformación, la sensibilización y atención a las víctimas desde el enfoque de derechos humanos.

En esta línea, Tostado, ha señalado que, desafortunadamente, hay que seguir hablando de "discriminaciones universales" cuando se trata de lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersexuales o familias en las que algún miembro es LGBTI.

No obstante, la situación es más dramática ha dicho, para quienes cuentan con realidades que les hacen acumular vulnerabilidades que interseccionan como ser mujeres, pobres, vivir con discapacidad o ser migrantes.

"El objetivo de la lupa que nos permite acercarnos a las realidades de las personas LGBTI nos obliga a denunciar las situaciones discriminatorias a nivel global y también las que se producen en el ámbito cercano. Tenemos que ser personas críticas ante cualquier vulneración de derechos, y en nuestra región debemos estar alertas porque las cifras de los últimos meses nos hacen estar preocupadas", ha expuesto.