En lo alto del cerro Catequilla, justo donde la línea ecuatorial divide al mundo, Ecuador da la bienvenida a una propuesta única: el Museo de la Luna, un espacio que une ciencia, turismo y sabiduría ancestral.
Este lugar no fue elegido al azar. Catequilla, al norte de Quito, fue considerado un punto sagrado por culturas preincaicas. A más de 2.600 metros de altura y atravesado por el paralelo cero, la línea ecuatorial que divide al planeta en dos hemisferios, era utilizado como observatorio astronómico mucho antes de la llegada de los telescopios...
Ver noticia completa