17 agosto 2017
Si bien la ley protege el espacio privado, muchas personas en la actualidad no son conscientes de que están exponiendo sin ningún estupor su vida privada a un sinfín de personas que en verdad no conocen y que pueden tomar dicha información para devenir en su contra.
Precisamente, ya se ha perdido conciencia entre lo público y lo privado, en tanto y en cuanto las redes sociales se han instaurado más allá de un puente, para convertirse en la ventana a la intimidad.
Los menores no tienen noción de que no es obligatorio mostrar su vida privada y que incluso la ley los protege para que esto no suceda. Precisamente, el derecho a la intimidad es uno de los beneficios inalienables que tiene el ser humano, que no debe verse violentado bajo ninguna circunstancia normal de la vida. Todas las personas tienen derecho a tener intimidad en la comodidad de su hogar, sin que nadie interfiera o quiera conocer los detalles de su accionar.
Con el devenir de la tecnología se corre el velo de lo privado, dejando a la intemperie todo lo que acontece en la privacidad del hogar. Los jóvenes todavía no son conscientes de lo que ello significa y el peligro que está sujeto a dicho accionar. Nacidos en la era de las comunicaciones, todo lo quieren mostrar, todo lo quieren ver, sin pensar por un segundo lo que se está realizando. Al nacer con algo instalado en la sociedad lo naturalizan y le otorgan un nuevo significado que es el mostrar lo que sea.
Prácticamente todos los grupos de jóvenes están pensando en qué cámara Gopro comprar, como tomar una mejor selfie o simplemente a donde irán de viaje para tener mejores fotografías que el resto.
Diferentes problemáticas subyacentes
Otra de las problemáticas que sugiere el mundo de las redes sociales es el cyberbullying que se genera, donde millones de personas son acosadas y sufren verdadera violencia simbólica. Precisamente, los adolescentes están en pleno proceso de desarrollo psíquico y recibir sistemáticamente acoso y situaciones de violencia, en donde se menosprecie su personalidad, puede acarrear problemas emocionales significativos que incluyen el suicidio.
Si un joven tiene problemas en su hogar o no está encontrando la manera de insertarse en el mundo social, un acoso puede agravar la situación, no solamente impidiendo que se desarrolle normalmente sino también despertando nuevas patologías que son difíciles de revertir.
Los cuadros de ansiedad y depresión conllevan problemas serios a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud asegura que la depresión “puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan cerca de 800 000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años”.
En este sentido, es necesario reflexionar y abordar la temática de una manera mucho más profunda y no de manera superficial, para llegar a una solución inmediata.
