28 abril 2017
Cada vez es más normal que las ciudades más pobladas del mundo aparezcan al hacer una búsqueda en Internet sobre qué ciudades iluminan sus calles con luces LED. Las luces LED captan cada día más adeptos entre gobiernos, empresas y particulares y no es para menos, ya que el ahorro que favorecen es más que significativo.
Ciudades como pueden ser Nueva York, Barcelona, Sidney, Los Ángeles o Taiwán utilizan ya las luces LED como el soporte de su alumbrado público. Todas ellas coinciden en que el ahorro que ha supuesto la implantación de este tipo de luz ha sido impresionante; todas han afirmado que han podido recuperar rápidamente la inversión inicial y que la han amortizado con la bajada en el consumo.
En España destacan por ser pioneras en el uso de las luces LED las ciudades de Barcelona, Madrid, Valencia y Toledo, entre otras. Una de las casas que provee de LED a algunas de estas ciudades es bombillasled360.com donde también cuentan con venta a particulares.
En Toledo, por ejemplo, han implementado el alumbrado con luces LED en todo el casco histórico de la ciudad. De esta forma buscaron resaltar la arquitectura espectacular con la que cuenta Toledo al mismo tiempo que conseguían un ahorro en la factura de la luz de más de un 70%.
Otro ejemplo de sostenibilidad y ahorro con las luces LED es Madrid. El pasado 2016 esta ciudad se embarcó en un proyecto de grandes dimensiones, con el que se comprometía a sustituir una gran parte de las bombillas tradicionales por luces LED. Gracias al ahorro que esto supone tanto en el gasto de luz como en el de mantenimiento, el ayuntamiento ha llegado a ahorrar casi la mitad del presupuesto que venía gastando hasta ahora.
Lo cierto es que, aunque hayan sido también muy criticadas, las luces LED son el cambio que todo gobierno ya sea estatal o municipal estaba buscando. Según varios estudios científicos realizados en los últimos años, las luces LED aportan un doble ahorro: por una parte, gracias a que tienen una vida útil mucho más larga y, por otra, obviamente reduciendo el consumo de luz.
El hecho de que una bombilla LED puede llegar hasta durar hasta 12 años encendida las 24 horas de día es aplastante. Además, no suelen tener averías, por lo que también se consigue un sustancioso ahorro en gastos de mantenimiento, revisión y sustitución.
Se calcula que el total que se podría ahorrar cualquier ciudad al instalar las luces LED en su alumbrado público ronda desde el 60 al 80 por ciento. Este ahorro reduciría también el consumo total de luz y, por tanto la factura que se tendría que abonar a la empresa eléctrica.
