26 julio 2022
Cada vez son más las personas, independientemente de su lifestyle, que se atreven a plasmar arte en su piel. No obstante, es muy importante conocer cuáles son los riesgos a los que se somete la persona al hacerlo y cómo se debe cuidar la piel, luego de haber sido tatuada.
Tattoox es una plataforma gratuita que te encuentra el mejor tatuador para tu idea y necesidades, y así asegurarte que dejarás en las mejores manos esa zona especial de tu cuerpo en la que deseas plasmar un diseño, un dibujo, un retrato o escribir una frase. Sea cual sea la idea que tienes en mente, conectar con un buen tatuador, sin duda alguna, se traducirá en los resultados que esperas.
De hecho, este es el principal consejo que debes tomar en cuenta para minimizar los riesgos que puede traer consigo hacerse un tatuaje. Los profesionales saben perfectamente cómo deben utilizar las herramientas, la higiene que debe imperar en el proceso y cómo llevarlo a cabo para que la piel sufra lo menos posible.
Aunque ya lo hemos mencionado de alguna manera, debes saber que el artista tatuador usa una máquina especial que pudiera compararse con una máquina de coser. Con una o varias agujas, perfora la piel muchas veces. Cada punción inserta gotas de tinta. Este procedimiento se realiza sin anestesia y provoca un dolor y sangrado que puede ser leve o bastante significativo, dependiendo del tamaño del diseño y la zona donde has decidido tatuarte.
Al atravesar la piel con una aguja, es posible sufrir infecciones y otras complicaciones, como por ejemplo:
Reacciones alérgicas: algunas tintas pueden provocar sarpullidos, picazón y otras afecciones.
Infecciones y otros problemas en la piel: es posible que se presenten inflamaciones complicadas, conocidas como glaucomas. También es factible que se formen queloides o dicho de otra forma, la mala cicatrización de pequeñas heridas que se producen en áreas elevadas del tatuaje.
Enfermedades en la sangre: si las herramientas utilizadas por el tatuador no cumplen con las normativas higiénicas establecidas, se pueden contraer enfermedades de transmisión sanguínea como, por ejemplo, la hepatitis.
Una vez que ya conoces los riesgos y has tomado todas las previsiones necesarias, incluyendo la selección de un tatuador reconocido, profesional, responsable y creativo, es momento de saber cómo darle los mejores cuidados a tu piel para que puedas lucir orgulloso el tatuaje.
Depende mucho del tamaño del tatuaje y también de la zona elegida, pero estas recomendaciones son universales para cualquier parte del cuerpo y estilo:
Mantén bien limpia la zona que has tatuado: usa agua y jabón con mucha suavidad. Cuando te duches, evita en lo posible que el chorro de agua caiga directo sobre el tatuaje. Para secar el área no la frotes, lo mejor es secar con toques suaves.
Mantén bien humectada la piel: usa un producto suave tres veces al día, como mínimo.
Evita al máximo la exposición solar: durante las primeras semanas, evitar los rayos del sol es imprescindible.
Evita nadar: aléjate de piscinas, saunas, ríos, playas o lagos mientras se cura la zona tatuada.
Evita ropa apretada: elige ropa holgada que no se adhiera a la zona tatuada.
Vigila con las costras: Si se hacen algunas costras no las quites, deja que el proceso de curación se cumpla.
Es importante mantenerse en contacto con el tatuador para vigilar el proceso de curación, pero si crees que el tatuaje se ha infectado o no se está curando bien, lo mejor es acudir de inmediato a un dermatólogo que te pueda dar indicaciones precisas sobre su cuidado y curación definitiva.
