07 diciembre 2021
Los costes, el aumento tecnológico, la competitividad de proveedores y un marco legal más eficaz han permitido popularizar aún más los sistemas de CCTV, donde sin duda los negocios son los máximos beneficiados. Ante eso, es conveniente saber qué nos aporta un sistema CCTV, o mejor dicho, cuál es el aporte para el negocio, sus clientes y propietarios.
La primera ventaja evidente es que se potencia el concepto y la sensación de seguridad en un negocio, sin importar si se trata de una sede empresarial, de una oficina en particular, una pequeña tienda en el barrio, un almacén de maquinaria o un espacio al aire libre.
Un sistema de cámaras de CCTV está diseñado para vigilar desde todos los ángulos un espacio específico.
Poder ver en tiempo real lo que sucede en el negocio, incluso cuando no se está físicamente allí, permite actuar mejor ante incidentes.
Y con incidentes no solamente se hace referencia a robos o intentos de acceso sin autorización, sino también a incendios, accidentes y demás causas de fuerza mayor.
Lógicamente, siempre se debe procurar buscar empresas especializadas en la instalación de sistemas profesionales de CCTV, que además de contar con los mejores equipos, personal cualificado y además, cuentan con el beneplácito de la AEPD, encargada de la responsabilidad de las empresas en el uso de datos personales, puesto que la vigilancia en tiempo real entra directamente en esa descripción.
Cuando se utiliza bien, debidamente, la confidencialidad está asegurada y los clientes reconocen el esfuerzo por hacer los espacios más seguros, misma situación para los trabajadores de una empresa.
Una de las ventajas de los servicios profesionales de instalación de sistemas de Circuito Cerrado de Televisión es que pueden integrarse con los demás servicios públicos con competencia en la seguridad desde un punto de vista integral.
De esa manera, aunque no se produce en todos los casos y es conveniente analizar las empresas y sus servicios antes de tomar la decisión de contratar, un sistema de CCTV pudiera estar conectado en tiempo real a un centro de control monitorizado por los cuerpos policiales o de bomberos, de manera que al momento en que se produzca algún incidente, estos cuerpos puedan acudir casi instantáneamente y sin necesidad de que los propietarios del negocio, clientes o trabajadores tengan que hacer un llamado, algo que en muchas ocasiones no sería viable esperar.
Está demostrado y sustentado con datos oficiales que el simple hecho de contar con un sistema de videovigilancia en un negocio puede disuadir cualquier intento de acto delictivo en dicho lugar.
Este efecto psicológico puede conducir a una reducción de los intentos de robo o hurto hasta en un 80% en la mayoría de las situaciones, lo que por sí misma es una ventaja bastante importante como para pensar en dicha alternativa, y es en parte la razón fundamental de que muchas empresas utilicen estos servicios, puesto que es bastante improbable que un individuo, luego de notar la existencia de cámaras, decida seguir con sus intenciones, menos si esas no eran buenas.
Los sistemas de CCTV cobran especial relevancia cuando se tiene una sede empresarial de muchos metros cuadrados por cubrir, trátese de un edificio de varios niveles, de galpones al aire libre o con mucha maquinaria de alto valor. En esos casos, lo más usual es contratar empresas privadas de seguridad que cuenten con personal capacitado para hacer rondas de vigilancia y programarse turnos para ello.
Pero lo cierto es que la instalación de un sistema de CCTV permite prescindir total o parcialmente de aquello, sin dejar de hacer del lugar un sitio más seguro e incluso mejor vigilado.
Cuando una empresa valora la seguridad de sus empleados, de su propia sede, de sus clientes y hasta de los lugares que puedan quedar cerca y verse influidos por esta, aumenta su reputación y la tranquilidad de socios, inversores, clientes y trabajadores a partes iguales.
Cuando se delega la tarea de diseño e instalación de los sistemas de vigilancia por vídeo, los resultados están prácticamente asegurados producto de que se trate de profesionales con trayectoria, autorización y tecnología de punta.
Pero además, son empresas que pueden ofrecer servicios de gestión a través de centralitas y, por supuesto, con sincronía con las centrales de seguridad y de prevención de accidentes del sistema público. Este control, aparte de lo obvio de permitir a los propietarios vigilar el negocio, conduce a unos resultados integrales donde la seguridad y la eficiencia laboral resultante de ella son increíbles.
Por si todo lo anterior pareciera poco, hay una ventaja de la que poco se habla, pero que puede ser determinante desde el punto de vista financiero de la mayoría de los negocios -mucho más si se trata de negocios en fase de desarrollo temprano o consolidación en el mercado-. Cuando se tienen sistemas de seguridad como este, las pólizas de seguro pueden ser sensiblemente más baratas.
Y es que al tener un sistema que proteja contra intrusiones y robos, pero también prevenga mediante la monitorización en tiempo real contra incendios y accidentes, las posibilidades de que esos hechos ocurran podrían ser cercanas a cero, lo que conduce a que las pólizas de seguro no tengan que ofrecer costes adicionales por ello, aunque sin dejar de tener cobertura ante siniestros relacionados, puesto que los sistemas siempre pueden tener una mínima dosis de fallos.
La seguridad de un negocio es algo que no se debe dejar librado al azar o a una tendencia a la baja en los delitos en la zona donde queda la sede. Se debe invertir diligentemente en ello, mucho más si las ventajas de hacerlo son evidentes.
