31 agosto 2021
Para entender la existencia de ambos mercados, es esencial remontarse a la década de los 90. En aquella época, todo lo relacionado con la electricidad estaba regulado de manera exclusiva por el Gobierno. Así, los mandatarios eran los que se encargaban de establecer las tarifas de suministros básicos como el gas y la luz.
A medida que han ido pasando los años, el mercado se ha liberalizado de forma progresiva, teniendo como punto de inflexión en 2009. Fue en esta fecha cuando se estableció el sistema que sigue vigente hasta ahora. Así, a partir de entonces, los consumidores tienen la total libertad de poder elegir qué servicio quieren contratar.
Hay que decir que la liberalización del mercado hace que haya mucha más independencia en servicios de distribución y comercio y es precisamente en este contexto donde nacen los dos mercados: el libre y el regulado. Si bien, cada uno de ellos presenta unas características propias. En cualquier caso, los usuarios deben escoger si pvpc o mercado libre, sabiendo que ambos tienen sus ventajas e inconvenientes tal y como nos explican desde Chippio.
En el momento que se habla de mercado libre o regulado, hay que decir que la principal diferencia que existe entre ellos no es otra que el precio que se va a pagar en cada uno. Sin duda, uno de los puntos más importantes de cara al consumidor. No obstante, los dos mercados deben hacer frente a los mismos impuestos y peajes de acceso.
Así, en el caso de los impuestos, el servicio debe añadir el 21% de IVA, además de un 5,11% en concepto de Impuesto Especial sobre la Electricidad. Por su parte, los peajes de acceso los fija el Gobierno y se refiere a los costes que hay que asumir para poder mantener en las mejores condiciones la red eléctrica para que llegue a las viviendas.
Al igual que ocurre con otros muchos servicios, en el caso de estos mercados también se puede hablar de ventajas y desventajas importantes.
Entre sus ventajas, hay que destacar que el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) es regulado íntegramente por el Gobierno, con el objetivo de dar mayor protección al consumidor para que no tenga que hacer frente a grandes costes.
También es importante mencionar que apenas existe especulación de las comercializadoras y no tiene un periodo de permanencia obligatoria.
Asimismo, el regulado es el único mercado que permite que los usuarios puedan solicitar un bono social y finalmente, otra ventaja es que no exige que se contraten los servicios de mantenimiento.
Por supuesto, también presenta una serie de desventajas, entre otras, que el precio varía según las horas y el día. El máximo de contratación es de 10 kW y, además, no se pueden aplicar ni promociones ni descuentos.
Con respecto a las ventajas que presenta el mercado libre, una de las primeras cosas que hay que destacar es que las tarifas son fijas o, en su defecto, van en función de la discriminación horaria, lo que se traduce en un mayor ahorro en ciertas horas del día.
También esto ayuda a que se pueda saber en todo momento cuál será el coste final de la factura, a lo que se añaden que la mayoría de compañías ofrecen descuentos.
Es un mercado en el que se puede contratar todo tipo de potencia y hay que decir que en él se está introduciendo ya lo que se conoce como energía verde.
Por último, en cuanto a sus desventajas, este mercado no permite el acceso a un bono social y, por norma general, se obliga a los consumidores a tener un periodo mínimo de permanencia.
Muchas veces son obligatorios los servicios de mantenimiento y, al ser las compañías las que fijan los precios, a veces, estos pueden llegar a ser más costosos que los de PVPC.
