17 agosto 2020
España es uno de los países que más está sufriendo los estragos de la pandemia originada por el COVID-19, tanto a nivel de infectados y de muertos, pero también en el ámbito económico, sobre todo porque es un país enfocado a los servicios en los que el turismo es un pilar fundamental.
Esta actividad económica deberá reinventarse para seguir teniendo viabilidad y ser un sostén para millones de personas que, hoy por hoy, tienen que preocuparse por lo que sucederá en el futuro inmediato.
Si bien hay que atender las cuestiones de urgencia, quisiéramos aportar una serie de ideas para ajustar el turismo a la realidad actual y poder ofrecer alternativas para lo que pueda venir en el medio y largo plazos.
Turismo y teletrabajo
Aunque parezca algo contradictorio, el trabajo, en este caso el que se realiza desde un puesto conectado a internet independientemente de su ubicación física, ofrece la oportunidad para montones de sitios que se han quedado vacíos durante el verano de convertirse en espacios preparados para recibir a teletrabajadores que se quedaron sin sus habituales vacaciones de verano.
Seguro que hay familias, parejas o trabajadores en solitario que preferirían estar en una zona alejada de los grandes centros urbanos y con playa o montaña y seguir realizando su trabajo.
Pasaportes biológicos y trámites migratorios
En algunos países se ha solicitado que se presente un test PCR negativo de coronavirus para que personas de diferentes países, España entre ellos, puedan acceder a sus territorios. Si en Estados Unidos de América se exige una visa o el permiso ESTA, no sería de extrañar que pudieran solicitar en el futuro una especie de pasaporte biológico para permitir el ingreso a este país.
Sin duda, sería un documento que generaría rechazo y controversia, además que otros países establecerían un requerimiento recíproco para los ciudadanos norteamericanos, pero no es algo que se tenga que descartar del todo al ver algunas medidas que se han tomado.
Aerotaxis
La industria de los aviones privados que se venían ofreciendo a directivos y personas con niveles adquisitivos altos puede ser una alternativa para viajeros que quieren moverse a precios algo más asequibles con el modelo de aprovechar al máximo los trayectos de vuelta, algo así como un Uber de aeronaves pequeñas o medianas en donde hubiera la total seguridad de que tripulantes y pasajeros no están infectados o han pasado la enfermedad y ya no pueden infectar a nadie.
Esto haría que viajar fuera nuevamente posible para un reducido grupo de personas, pero sería una manera de reactivar el turismo que es tan necesario no sólo en España, sino en muchos países del mundo.
Lo que en definitiva se tiene que empezar a hacer ya es a proponer alternativas para el futuro del turismo. Parece que el COVID-19 ha llegado para quedarse con nosotros durante una temporada más larga de la esperada inicialmente y por eso es necesario no esperar la vuelta a la vieja normalidad o sobrevivir en una nueva normalidad, sino crear una nueva realidad en la que viajar sea nuevamente una actividad a realizar con placer y seguridad.
