05 febrero 2020
En la actualidad, lucir una ortodoncia no es cuestión de edad ya que cada vez más adultos se animan a corregir sus problemas dentales durante su madurez. No obstante, realmente lo ideal es tratar ciertas condiciones a una edad más temprana.
Si bien es cierto que los niños deberían realizar su primera visita al dentista alrededor de los 6 años de edad, el tratamiento con ortodoncia infantil suele iniciarse en la pre adolescencia (sobre los 11 o 12 años) cuando el niño ya ha cambiado todos sus dientes de leche.
Dicho tratamiento se emplea principalmente para posicionar los dientes correctamente y mejorar el aspecto de la boca. Normalmente, la ortodoncia puede retirarse tras un par de años cuando esta ha conseguido su propósito.
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Tipos de ortodoncia
No todas las ortodoncias son iguales, ya que estas se ajustan a las necesidades de cada paciente. Por esa razón, quiero mostrarte algunas clases de ortodoncia y cuáles son sus usos.
La ortodoncia fija es la más utilizada en la actualidad y suele ser de dos tipos. Por un lado, los brackets externos metálicos son los que suelen lucir niños y adolescentes. Su principal ventaja son su bajo coste.
Por otro lado, la ortodoncia lingual es aquella que se coloca en la parte interior de los dientes, dejando la zona externa totalmente libre de este aparato dental. Esta es la opción más elegida por quienes consideran que los brackets exteriores no son muy estéticos.
En cuanto a la ortodoncia removible, también encontramos varios tipos.
La ortodoncia infantil- que en casos muy especiales se inicia entre los 7 y los 8 años de edad- suele ser de esta clase. Es decir, en niños tan pequeños que aún conservan muchos dientes de leche; es aconsejable que solo lleven la ortodoncia unas pocas horas durante el día y la noche.
La ventaja que brindan estos aparatos es que pueden quitarse con facilidad para lavarse los dientes, lo cual favorece tanto la limpieza de la boca como la del propio aparato. En este sentido, la ortodoncia invisible Granada es la última moda en aparatos dentales.
Se trata de una especie de funda de silicona que apenas es perceptible a la vista. Lo mejor de todo es que se puede quitar y poner en cualquier momento. Así, el paciente puede comer sin experimentar molestias indeseadas así como mantener una correcta higiene bucodental.
Reflexiones finales
Lucir una sonrisa bonita y unos dientes sanos puede ayudarte a afrontar el mundo con una actitud muy positiva. Y es que el resultado exitoso de una ortodoncia puede contribuir a mejorar la estética de tu rostro así como reforzar tu autoestima.
Si te sientes bien con tu salud y aspecto físico, sentirás una mayor confianza en ti mismo y tendrás mucha más seguridad para hacerle frente a cualquier obstáculo que se presente en tu camino. Así que, ¡elige tener una dentadura perfecta!
