14 enero 2020
Casi todo el mundo ha querido tocar la guitarra en algún momento de su vida. Es un instrumento que tiene algo que enamora, que te llama, aunque no sepamos bien por qué. Hemos podido acercarnos a él de pequeños, cuando nuestros padres nos llevaban a clases de música, de adolescentes al querer formar parte de una banda o ya de adultos por el simple placer de aprender.
En cualquiera de estos casos lo difícil no es encontrar la vocación, ni el tiempo, lo verdaderamente complicado es conseguir la técnica y, para esto, nuestro mejor aliado será el metrónomo.
Hay gran variedad de metrónomos, como explican en este artículo. Pero… ¿qué es un metrónomo?, ¿para qué sirve? El metrónomo es un aparato creado para medir de manera exacta el tiempo al que debe tocarse una composición musical. Los metrónomos emiten de manera constante una señal —sonora o luminosa— que ayuda a aquel que toca un instrumento a mantener un ritmo regular a lo largo de toda la obra.
Antiguamente, los compositores utilizaban expresiones como “Adagio” o “Allegro” para indicar la velocidad a la que debían ser tocadas sus obras pero estas indicaciones daban lugar a mucha variabilidad a la hora de ser ejecutadas. Por este motivo fue inventado el metrónomo a principios del siglo XIX, siendo Beethoven el primero en incorporar indicaciones metronómicas en sus partituras para que pudieran ser interpretadas con mayor exactitud.
¿Qué tipos de metrónomos existen?
En la actualidad hay una gran variedad de modelos y puede ser un poco complicado decidir cuál es el que mejor se adapta a lo que necesitamos. A continuación haremos un breve repaso por los principales tipos de metrónomo y sus peculiaridades.
El metrónomo mecánico es el original y a día de hoy se siguen fabricando y utilizando. Consiste en una caja de madera o de plástico y de una varilla con una pesa móvil que sirve para ajustar la velocidad, actuando como un péndulo invertido: cuanto más cerca de la base coloquemos la pesa más rápido será el ritmo que nos marca.
En cuanto al metrónomo electrónico o digital, podríamos decir que son los más utilizados actualmente. Son más pequeños y fáciles de transportar y, además de la señal acústica, suelen tener una señal luminosa. Por otra parte, se pueden programar de diversas maneras, siendo más versátiles.
Finalmente, en los últimos años han aparecido los metrónomos virtuales gracias al avance de las tecnologías. Estos se pueden subdividir en: apps para móviles, programas que podemos descargar en nuestro ordenador y metrónomos online a los que se puede acceder sin necesidad de descarga. Este tipo de diseños permite el uso de metrónomos en cualquier parte y a cualquier hora.
Siendo así, queda claro que integrar un metrónomo en el estudio de cualquier instrumento no solo facilita el aprendizaje, sino que ofrece unas herramientas que harán que la ejecución de cualquier interpretación resulte más profesional e interesante. Elegir el modelo que más se adapta a nosotros es el primer paso para avanzar en una carrera como músico.
