12 noviembre 2019
Ya está aquí el frío y aquellos perros que duermen en parcelas o jardines a la intemperie necesitarán una caseta donde sentirse cómodos y resguardados los meses venideros. Si por un motivo u otro tu perro no pasa las noches dentro de casa deberás proporcionarle un espacio donde se sienta a gusto y seguro, pero ¿qué caseta es la más apropiada para tu can?
Medidas ideales para la caseta de tu perro
Lo primero y más importante es elegir una caseta con las dimensiones adecuadas según el tamaño de tu mascota. No es lo mismo tener un labrador, en cuyo caso deberás buscar casetas para perros grandes que le proporcionen suficiente confort, que tener un Yorkshire al que una caseta grande le generaría frío y malestar.
Escoge un espacio que permita a tu perro entrar cómodamente, darse la vuelta y tumbarse en su interior, teniendo en cuenta que una caseta demasiado grande impedirá que el calor se mantenga dentro de la misma y una caseta demasiado pequeña acabará agobiando a tu mejor amigo.
Casetas que protegen del frío a tu perro
Las casetas que resultan más cálidas son sin duda las casetas de madera tratadas específicamente para espacios situados en el exterior. La madera es un aislante térmico excelente tanto del frío como del calor, por ello, es un buen material para la caseta de tu mascota.
Es importante que la madera se mantenga en buenas condiciones a través de tratamientos impermeabilizantes que impidan que se pudra en contacto con la humedad; de lo contrario, la caseta acabará estropeándose con el paso del tiempo.
Otro aspecto esencial para que la caseta de tu perro sea cálida y confortable es que la puerta de entrada esté situada en un lateral, de modo que tu perro pueda permanecer en su interior sin que las corrientes de aire frío le alcancen. Del mismo modo, el techo en declive impide la acumulación de humedad y garantiza que el agua de la lluvia no se filtre hacia el interior de la caseta de tu mascota.
Dónde colocar la caseta de tu mascota
Es evidente que cuanto más cerca esté de ti, más feliz se sentirá tu perro, por lo que si vives en el mismo lugar que tu mascota, intenta colocar la caseta en una zona cercana a la vivienda principal. Situar la caseta en una superficie hormigonada evitará la formación de barro a su alrededor y el exceso de humedad en su interior.
También puedes optar por elevar la superficie con la ayuda de un palet de madera consiguiendo que la caseta no esté en contacto directo con el frío y húmedo suelo, o bien, utilizar algún tipo de aislante como la tela asfáltica o la gravilla.
En cuanto a la orientación, lo ideal es colocar la puerta de entrada hacia el sur durante el invierno y hacia el norte durante el verano, consiguiendo una temperatura mucho más estable y equilibrada en el interior de la caseta. No olvides que tu perro agradece que te tomes tan en serio su bienestar y comodidad, cuida de él como es debido y disfruta de su sincera e incondicional amistad.
