asamblea 8M
  • |
Región Digital

Los tambores de la próxima crisis suenan cada vez con mayor fuerza

04 noviembre 2019 | Publicado : 09:53 (04/11/2019) | Actualizado: 12:57 (06/11/2019)

El riesgo de una recesión en 2020 es cada vez mayor. De todas partes llegan noticias negativas que hacen presagiar un cambio de década complicado. Todas las recesiones terminan desencadenándose por un catalizador que las inicia. ¿Pero cuál será en esta ocasión? En este artículo trataremos de analizar los posibles factores que pueden llevar a la economía mundial a la próxima crisis.

La ralentización de la economía mundial

La principal señal de advertencia de que una recesión se aproxima es el estancamiento de la economía global. Son muchas y variadas las circunstancias que no invitan al optimismo al observar la coyuntura actual, como vamos a ver a continuación. Las políticas de estímulos fiscales de países como Estados Unidos están sobrecalentando la economía.La demanda de commodities o materias primas como el petróleo está experimentando un descenso considerable (hace unos días se perdía el soporte de los 60 dólares por barril). El gobierno de Donald Trump sigue inmerso en disputas comerciales con China, México y Europa que afectan negativamente al comercio internacional. La relación entre el precio de las acciones y los beneficios de las empresas que representan, conocida en jerga financiera como PER, está a niveles vistos en ocasiones anteriores como precursores de una caída brusca de los mercados. Todos estos problemas están detrás del crecimiento económico mundial este año al ritmo más lento desde la grave crisis de 2008: un 3%.

Inestabilidad en Europa

La estabilidad política europea no está precisamente en su mejor momento, especialmente debido a los conflictos de carácter nacionalista que sacuden Europa. La enésima petición de prórroga de la fecha de salida de Reino Unido de la Unión Europea quiere ahora un Brexit para finales de enero y estos días veíamos como los disturbios se sucedían por Cataluña, tras conocerse la sentencia contra los implicados en el proceso independentista catalán. Son solo dos ejemplos de cómo la falta de cohesión en Europa está empezando a adquirir tintes preocupantes. Y estos acontecimientos afectan a la economía de manera significativa. Por nombrar un par de consecuencias financieras, no hay más que ver la brutal caída que ha experimentado la libra esterlina este año o el gran número de empresas que han abandonado Cataluña. En definitiva, estas inestabilidades en Europa ejercen una presión negativa sobre la buena marcha de la economía.

Una deuda pública que sigue desbocada

Según datos proporcionados por el Fondo Monetario Internacional, la deuda mundial ha llegado hasta un nivel máximo registrado de 184 000 millones de dólares en términos nominales, que equivale, por ejemplo, al 225 % del PIB en 2017. De media, la deuda global supera actualmente los 86 000 dólares per cápita, lo que supone más de 2,5 veces la renta media per cápita. Los elevados niveles de deuda empresarial y gubernamental que se han ido acumulando a lo largo de años de políticas financieras mundiales relajadas constituyen un posible catalizador de la próxima recesión económica mundial.

En resumen, como acabamos de ver, son muchos los catalizadores con capacidad para desencadenar la próxima crisis: estancamiento de la economía mundial, conflictos políticos, deuda pública y privada disparada, etc. Por lo tanto, no parece mala idea prepararse en la medida de lo posible para mitigar las posibles consecuencias de una nueva gran recesión.

Da tu opinión

NOTA: Las opiniones sobre las noticias no serán publicadas inmediatamente, quedarán pendientes de validación por parte de un administrador del periódico.

NORMAS DE USO

1. Se debe mantener un lenguaje respetuoso, evitando palabras o contenido abusivo, amenazador u obsceno.

2. www.regiondigital.com se reserva el derecho a suprimir o editar comentarios.

3. Las opiniones publicadas en este espacio corresponden a las de los usuarios y no a www.regiondigital.com

4. Al enviar un mensaje el autor del mismo acepta las normas de uso.