25 febrero 2019
Los métodos anticonceptivos están entre los mayores avances de la ciencia en los últimos años. Su entrada al mercado permitió una mejora significativa en la salud sexual y reproductiva de hombres y mujeres por igual. Sin embargo, los mismos están rodeados aún de un cierto misticismo que frena un poco su correcta distribución como algo necesario en la vida de toda persona sexualmente activa.
Mayormente, la conservación de viejas creencias, mitos urbanos y opiniones derivadas del fanatismo conforman un cúmulo de información que, si bien no es 100% errada en todos los casos, sí suele ser malintencionada.
Ante ello, se desmentirán algunos de los mitos más comunes, partiendo de la base de que las afirmaciones aquí descritas pueden ser corroboradas en cualquier revista o publicación científica de avalada credibilidad que trate sobre el tema. Sin más preámbulos, vamos a analizar los mitos sobre el tema.
Los métodos anticonceptivos producen esterilidad permanente
Este mito encuentra su asidero en la creencia infundada de que utilizar métodos anticonceptivos hormonales o quirúrgicos tendrá efectos irreversibles a largo plazo en la salud reproductiva de la persona, la cual no podrá engendrar aunque lo desee.
Esto es falso, ya que según se ha comprobado, los efectos en el cuerpo de cualquier método hormonal desaparecen a las pocas semanas de cesar su uso sin ninguna consecuencia en la capacidad reproductiva de la persona. Por su parte, incluso los métodos quirúrgicos, que son en principio de naturaleza permanente, pueden revertirse con una sencilla operación.
Los métodos anticonceptivos producen irremediablemente consecuencias negativas
En este punto hay que dejar bien claro varias cosas: el aumento de peso, acné, malestar, entre otras cosas, no son consecuencias comprobadas del uso de métodos anticonceptivos hormonales. Sin embargo, cada persona posee una fisiología y condiciones de salud particulares que pueden dar como resultado reacciones adversas ante los anticonceptivos, pero esto no es usual y menos aún, si se consulta con un especialista que recomiende el método más idóneo para la persona.
La interrupción del coito es un método efectivo
Una de las creencias más dañinas. Para que la interrupción del coito tenga resultados se requiere de cierto número de condiciones, además de la necesidad de concatenarlo con el llamado método de ritmo. Sin embargo, los estudios le dan un índice máximo de efectividad del 60% al 70%. No es suficiente.
Las pastillas anticonceptivas son cancerígenas o producen tumores
Los estudios indican que las mujeres que utilizan pastillas anticonceptivas tienen menos probabilidad de adquirir cáncer de ovarios o de sufrir tumores en su aparato reproductivo. En este aspecto, ya el mito queda desmontado, puesto que los anticonceptivos orales producen el efecto contrario.
La higiene como método anticonceptivo
Este apartado puede sonar extraño, pero posee varias vertientes. En primera instancia, existe la creencia en algunos sectores de que es posible reutilizar un condón si se lava; esto, además de ser falso, aumenta el riesgo de que se rompa el preservativo.
Por su parte, también se cree que orinar o lavar la zona luego del coito previene el embarazo, siendo ambas creencias que nacen del desconocimiento sobre la biología y anatomía básica.
