18 octubre 2018
Las setas son un manjar gastronómico, pero destacan a su vez por su gran valor dietético a la hora de controlar el peso. Además guardan relación con muchos aspectos de nuestra cultura popular, hasta el punto de que existen aplicaciones móviles para salir al monte a buscar setas. Por ello vamos a repasar algunas de sus peculiaridades.
Ninguna de las dos cosas. Son la parte externa de algunos hongos que viven bajo tierra o dentro de la materia orgánica en descomposición. De todas formas, existen muchos tipos de hongos, y de hecho son uno de los cinco reinos en los que se agrupan los seres vivos. En efecto las setas no son ni plantas ni animales, y ni hacen la fotosíntesis como los vegetales ni son capaces de comer como los animales.
Dentro del reino de los hongos están desde los que viven en nuestra flora intestinal, a las levaduras que fermentan la cebada, la vid o la harina. También están el moho o los que atacan a las plantas de los pies, y los que sacan setas.
Sorprendente, pero así es. Los hongos saprófitos como los champiñones o las setas de ostra, descomponedores de materia orgánica, pueden cultivarse en casa si se cuenta con una zona oscura, húmeda y fresca en la que dejarlos trabajar.
Para ello se utiliza una mezcla de paja y heces de ganado que se fumiga con esporas del hongo y se empaca. Estos paquetes que ya se venden, pueden ser de distintas variedades, incluso hay panes de setas alucinógenos en Internet. Para su cuidado tan solo hay que almacenarlos y regalarlos de forma periódica para que se mantenga la humedad. Con un poco de paciencia se podrá observar cómo van apareciendo en la superficie las setas del hongo.
Más sorprendente aún si cabe. Se trata de los mixomicetes, un grupo bastante peculiar de hongos que forman una especie de masas de plastilina en vez de filamentos subterráneos. Viven descomponiendo materia orgánica, especialmente madera de troncos en bosques húmedos, y son de colores vivos amarillos, naranjas o rojos.
Tienen la apariencia de una especia de masa de plastilina o vela derretida, y se mueven para encontrar materia que descomponer. Pueden hacerlo gracias a que crean corrientes de plasma celular que empuja al hongo en una dirección determinada.
Sobre todo los hongos que hacen setas se caracterizan por vivir dentro de materia orgánica en descomposición o debajo de la tierra. Absorben los resultados de esta descomposición para alimentarse, y pueden colectar los minerales del suelo.
Este tipo de hongos son largas redes de filamentos de células dispuestas como si de vagones de tren conectados (micelio) se tratase, y se pueden pasar los minerales de una a otra célula mediante cada uno de sus filamentos (hifas).
