24 abril 2017
Para mucha gente, cocinar es una experiencia maravillosa y que quieren repetir día tras día. Para muchos, el recuerdo de sus madres o abuelas cocinando día tras día con la misma sonrisa resulta una tradición que vale la pena continuar. Para otros tantos, cocinar es una actividad con la misma complejidad que realizar diez ecuaciones a la vez. Y es que, precisamente, cocinar es un arte pero también una ciencia. Y en el último apartado, en el científico, se han dado muchos avances para que cada vez sea más sencillo cocinar. Incluso para los que no tienen a la cocina como su principal dedicación.
El ritmo de la vida moderna impide comer siempre a la misma hora. De hecho, muy pocas personas lo hacen. Por eso, recalentar comida es una práctica bastante habitual, aunque muy poco saludable. Para solucionar este problema existen las ollas programables.
A diferencia de las ollas tradicionales, las programables permiten calentar los alimentos o cocinarlos siguiendo una programación específica. Las más avanzadas traen configuraciones predeterminadas dependiendo el tipo de comida. Así también, permiten encenderse o comenzar a cocinar por vía remota gracias a las apps y a los SMS.
Lejos de parecerse a un robot de pies y manos que cocinará un plato exquisito para ti y tus acompañantes, un robot de cocina es un gadget que puede resolver la vida entera en un puñado de minutos, si se saben tomar las medidas cautelares. Entre tanto, para revisar especificaciones y comparar entre modelos, nada mejor que visitar ollasarten.com.
Ahora bien, la diferencia principal entre una olla programable y un robot de cocina es que este último puede hacer muchísimas funciones adicionales a la de cocinar de forma precisa y mantener los alimentos como recién cocidos durante un buen tiempo.
Los robots de cocina de las mejores marcas incluyen recetarios y consejos para su utilización. Si se saben utilizar bien, la cocina será precisa, los resultados serán exitosos y el sabor será incomparable. Al ser semi-automático el proceso, no se requiere de mucha experiencia en la preparación de comidas.
Finalmente, y aunque no es necesariamente un aparato, un buen recetario puede ser uno de los artículos que se requieran en la cocina y sus adyacencias. Los motivos no dejan de ser lógicos. Muy poca gente se anima a cocinar. Pero un gran porcentaje de esas personas no se atreven únicamente por no confiar en los procesos y creer que pueda salir mal. Un libro de recetas puede ser lo único que les separa de la preparación de comidas deliciosas.
