05 abril 2017
Latinoamérica no llamaba la atención de los inversores cuando, en los años 80, cuestiones como la inestabilidad política o la inseguridad destacaban en la región. Hoy día la situación ha cambiado, y muchos de sus países atraen a inversores extranjeros en diferentes sectores de actividad: México en la automoción, el turismo o la energía, Chile en la minería o las infraestructuras, Colombia en los servicios, etc.
Pese a ello, Latinoamérica sigue sin aparecer en muchos de los más importantes rankings mundiales para la inversión. En su lista de los 145 mejores países para invertir, por ejemplo, la revista Forbes no recogía ninguno latinoamericano en los primeros 20 puestos. Los primeros que aparecían, Chile y Uruguay se situaban, respectivamente, en el puesto 22 y 52, en un ranking liderado por Irlanda y seguido por Nueva Zelanda y Hong Kong.
Que la región no goce aún de mucha popularidad entre los medios especializados en economía, no significa que no presente verdaderas oportunidades. No nos ocupamos de Chile, Uruguay, México, Costa Rica o Panamá, sino de un país que suele tener aún menos presencia en la prensa económica: Bolivia.
El gobierno boliviano, a la búsqueda de inversores
Es el mismo gobierno boliviano, con el presidente Evo Morales a la cabeza, el que intenta destacar las fortalezas del país latinoamericano para atraer a inversores extranjeros. Defiende haber alcanzado “seguridad jurídica y estabilidad macroeconómica, política y social” a través de medidas que han venido a crear “condiciones favorables”.
Desde hace unos años, Bolivia está a la búsqueda de capital extranjero con el objetivo de consolidar sus proyectos estratégicos de industrialización y poder crecer económicamente, en lo marco de lo fijado en el Plan Nacional de Desarrollo y en la Agenda Patriótica. El objetivo principal de esos planes es superar los 50.000 millones de Producto Interior Bruto. “Para ello necesitamos recursos e inversionistas extranjeros”, explicaba el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Alberto Arce, en la Cumbre de Inversiones de la Nueva Bolivia en 2015.
Bolivia ha intentado promover reformas para alcanzar esa estabilidad que ahora se afanan en hacer llegar al mundo. La Constitución Política del Estado y la Nueva Ley de Inversiones han dejado, dicen, “reglas del juego muy claras”, al contrario de lo que sucede en otros países de la América Latina y del mundo. En aquellos países que han recibido capital extranjero son habituales problemas económicos como recesión, inflación o inestabilidad política y social.
Bolivia deja claro, sin embargo, que quiere socios y no “patrones”. El gobierno ha roto con el modelo neoliberal, como explicaba el ministro, en cuya etapa se vendieron empresas públicas bolivianas en transacciones que, explican, no garantizaron ganancias para el estado: “Nosotros no estamos vendiendo los recursos naturales, no estamos estamos vendiendo nuestras empresas públicas”, explicaba el ministro. “Por supuesto, todo capital va a querer llevarse su ganancia, pero el negocio mayoritario tiene que quedarse en Bolivia”. Sobre todo, destacaba, en hidrocarburos, electricidad o minería.
Santa Cruz, una ciudad con posibilidades
Invertir en Santa Cruz de la Sierra es una de las opciones más atrayentes dentro de Bolivia. Más en concreto, lo que respecta a venta departamentos Santa Cruz de la Sierra, una zona con alta demanda de inmuebles.
Webs especializadas, como Infocasas.com, tienen todas las opciones en venta en Santa Cruz de la Sierra, lo que hace posible encontrar departamentos en venta en la ciudad que pueden ser buenas oportunidades de compra. La inmobiliaria online señala que se trata de “una de las ciudades con mayor crecimiento de Sudamérica, presentando grandes atractivos para vivir o invertir”. Asegura, de forma más concreta, que “la principal zona de demanda se encuentra al norte, en el barrio de Equipetrol”. Los residentes son. “en gran parte gente joven, extranjeros y todas partes de Bolivia”.
Es el mismo gobierno del departamento de Santa Cruz el que invita a invertir en la zona, asegurando que se ha convertido en los últimos años “en el centro más dinámico de la actividad industrial, comercial y de servicios de Bolivia, con una economía en permanente crecimiento”. Entre las áreas de inversión, destacan también la agropecuaria, la minería, los hidrocarburos, la infraestructura, el turismo, la forestal y la industria.
Entre las razones con las que el gobierno de la zona trata de atraer al capital extranjero, está el que Santa Cruz se halla en pleno corazón de Sudamérica, “siendo el eje del corredor Bioceánico entre el Atlántico y el Pacífico”. Además, señala que el ambiente para negocios es favorable, que cuenta con ventajas en productividad y que tiene eventos importantes en el ámbito económico como la Feria Internacional multisectorial más importantes del país, y una de las más llamativas de la región.
Santa Cruz, de hecho, concentra alrededor del 30% del PIB del país, según el gobierno del departamento. También destacan la mano de obra, que a pesar de contar con “un alto grado de especialización técnico”, dicen, no es cara en comparación con otros países.
