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Museo Vostell acoge Micro-encuentros: Blas y el Abrigo del Delirio

Del Colectivo WIWI A TRAVÉS, será la actividad que el Museo Vostell Malpartida acogerá este sábado dentro de su amplia programación

14 diciembre 2017

Los ‘Micro-encuentros: Blas y el Abrigo del Delirio’ están enmarcado en el trabajo que realiza la Asociación Cultural y Juvenil Sambrona para aproximar la creación artística contemporánea extremeña más emergente.

De esta forma, y a través de esta actividad, se inicia un debate y un análisis de los procesos con los artistas, agentes e instituciones culturales y artísticas de la región.

El microencuentro, que cuenta con el apoyo y el respaldo de la Consejería de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura, se realiza a través del proyecto Encuentr-arte #0.

La actividad tiene como protagonista el trabajo realizado por el Colectivo WIWI A TRAVÉS durante su estancia en Micro-residençias artísticas 2017, en Alburquerque, un espacio dedicado a la especialización y profesionalización de los jóvenes artistas extremeños.

En la sesión, los artistas Carlos Alberto Rodríguez, Álvaro Rodríguez y Alberto Valbuena tratarán sobre el proceso artístico que llevaron a cabo durante el verano pasado, a través de la publicación que se ha editado, además de presentar la pieza de vídeo-danza ‘Blas y el Abrigo del Delirio’, resultado final de la estancia en Alburquerque.

LOS ARTISTAS

Álvaro y Carlos Alberto son hermanos y Alberto y Álvaro fueron compañeros de estudios durante su paso por la Facultad de Bellas Artes de Salamanca desde 2012 hasta 2016.

Ambos fundaron el grupo musical MA WIWI, con el que ya han sacado su primer disco ‘Juice Empire’. Sin embargo, la oportunidad de trabajar los tres juntos no surgiría hasta que Carlos Alberto (por entonces bailarín y estudiante del Máster en Producción Artística de la UPV) plantea la colaboración en su proyecto ‘Vieja era de Horcajo. Lugar de Memoria y Danza’, una videodanza – documental rodada y experimentada en Horcajo (Las Hurdes).

Para ello, MA WIWI compuso ‘Sauceda y Sauceda parte II’. Ambas piezas se inspiraron en la comarca y en la problemática central del cortometraje, ofreciendo dos tonos completamente distintos; uno, sobrecargado y lleno de dureza; y otro, con una perspectiva positiva del futuro, logrando que la imagen cobrará la excelencia comunicativa.

En su investigación (un proyecto de Aprendizaje y Servicio), Carlos Alberto trataba de demostrar la hipótesis de que la memoria colectiva vinculada a los espacios patrimoniales del medio rural podía verse regenerada a través de la propia intervención artística ‘site-specific’.

Tanto fue así, que las eras de Horcajo, a día de hoy, están restauradas y han tenido allí varios eventos culturales este año (entre ellos, el carnaval) gracias a la consolidada red de colaboradores que tomó forma desde la Asociación Cultural ‘El Sapo de Horcajo’, ‘Somos Hurdes’ y los vecinos de la alquería.

Del mismo modo, dio pie a que se fundara la corrobra activa del Carnaval Hurdano ‘Loh araórih del Rozu’ (de la que los tres son integrantes), la cual intenta velar por la resurrección y conservación de parte de su Patrimonio Inmaterial junto a la Asociación Cultural ‘Estampas Jurdanas’. De hecho, juntos han logrado la consideración de Fiesta de Interés Turístico Regional del Carnaval Hurdano.

En materia audiovisual, ‘Vieja era de Horcajo’ ha sido seleccionada en varios festivales internacionales y ha sido incluida en el Catálogo Jara 2017-18.

‘Blas y el abrigo del delirio’ es una pieza de vídeo-danza, resultado de la selección de la convocatoria lanzada por la Asociación Cultural y Juvenil Sambrona a través de Micro-residençias Artísticas 2017.

Álvaro Rodríguez y Alberto Valbuena ya desde antes del inicio de la residencia creaban la música que formaría parte del cortometraje e investigaban sobre los lugares en los que intervenir.

Por su parte, Carlos Alberto indagaba cómo dar solidez al guión, cómo intervenir a través de la danza y llevar a la realidad una imagen que rondaba en su cabeza desde que la Restauración de la Era Circular de Horcajo, viese la huella que dejaban los carretillos al hacerlos rodar por la hierba, y que le recordaba a la acción ‘A line made by Walking’, de Richard Long.

Convencidos de que había que hacer un Land Art, buscaron la fórmula para involucrar al pueblo con su esencia ancestral, su componente mágico y mitológico: lo ritual.

La pieza pone en cuestión el régimen de relación que establecemos con los espacios rurales abandonados, más allá de su preservación o mercantilización.

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