Un día, en diciembre, no se me ocurrió mejor manera de finalizar una mañana de trabajo por la comarca del Alagón que comiendo y paseando por Garrovillas de Alconétar. ¿Por qué?. Sencillo. Sostengo, mantengo y propongo que hay que volver siempre a los sitios que por una u otra razón te cautivan y Garrovillas es uno de esos lugares que guardo marcado con una chincheta en el mapa de mi corazón.
Terminaré hablando de honor porque un accidental hallazgo me llevará a ello inevitablemente. Por eso quiero también comenzar hablando de Honor,...
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