A menudo, cuando hablamos de arqueología, la imagen más recurrente en nuestro subconsciente es la de grandes monumentos de antiguas civilizaciones, o la de un arqueólogo con sombrero al estilo Zahi Zawass escudriñando con su paleta y pincel restos de piezas que afloran en una cata en cualquier yacimiento.
La disciplina arqueológica va más allá de las antiguas civilizaciones. De esta forma, podemos decir que comprende, en general, el estudio de cualquier sociedad pasada a partir de sus restos materiales. Y así nos encontramos con frecuencia...
Ver noticia completa