11 enero 2018
El sindicato ANPE Extremadura ha insistido en la "necesidad" de dotar a los centros públicos docentes de la región de desfibriladores semiautomáticos externos, sobre todo en los institutos de la región, así como de un enfermero escolar, para actuar "inmediatamente" en casos de accidentes o emergencias.
De esta manera, el sindicato regional ha recordado que lleva solicitando esta medida desde el año 2014 tras los hechos ocurridos este pasado lunes, 8 de enero, en el IES Norba Caeserina de Cáceres, en el que un alumno sufría una parada cardiorrespiratoria.
En este sentido, ANPE Extremadura considera también necesario habilitar un programa formativo para los profesionales de dichos centros en el uso de desfibrilación precoz, atendiendo al Real Decreto 365/2009, de 20 de marzo, que establece las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos fuera del ámbito sanitario y al Decreto 10/2008, de 25 de enero, por el que se regula en Extremadura el uso de los mismos.
Asimismo, el sindicato ha solicitado la creación por centro público docente "o distrito educativo en su defecto" de plazas específicas de enfermería en los mismos, atendiendo a lo establecido en el artículo 43 de la Constitución, que reconoce el derecho a la protección de la salud y establece que compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública "a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios".
Por otro lado, desde ANPE han criticado que el anuncio del pasado mes de agosto de la Junta de dotar a los centros educativos de desfibriladores semiautomáticos dentro del Plan Integral de Enfermedades Cardiovasculares de Extremadura 2017-2021, presentado por el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, "casi medio año después ha pasado al olvido".
Por ello, el presidente regional de ANPE, Antonio Vera Becerra, ha manifestado que con esta medida no solo se respondería a una "necesidad imperiosa", sino que también se pretende reconocer que "no es obligación del docente por falta de preparación específica" la actuación directa ante posibles casos de administración de medicamentos, accidentes o cuidados específicos, por lo que la figura del enfermero escolar es "absolutamente necesaria".
Además, ha continuado, la presencia de dicho personal cualificado proporcionaría también una "correcta ayuda" en caso de accidente o de episodios "más o menos graves en alumnado con enfermedades crónicas", como son asma, epilepsia o diabetes, aspecto que, bajo su opinión, la Junta de Extremadura ha "encasquetado" a los docentes.
Dicha presencia tendría también el objetivo de facilitar al profesorado, al alumnado y a las familias, planes de salud y prevención así como la información necesaria que permita la integración en igualdad del alumnado con enfermedades crónicas, además de proporcionarle conocimientos para prestar los primeros auxilios, ya que el pronóstico o la evolución de las lesiones derivadas de un accidente "pueden depender de la inmediatez y calidad de estos".
