17 junio 2022
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado en la N-630 un sistema de señalización circunstancial capaz de detectar ciclistas aislados o en grupo circulando por las carreteras y activar una señal circunstancial luminosa que alerta a los conductores de la presencia de este tipo de vehículos de dos ruedas para que adopte las correspondientes medidas de precaución.
En concreto, este sistema ha sido instalado concretamente en los puntos kilométricos 466+200 D y 562+300 D de la N-630, donde la visibilidad de la vía es reducida. Estos puntos están incluidos dentro de la catalogación de Rutas Ciclistas Protegidas de Extremadura (Ruta ES-CC-02 y Ruta ES-CC-03, respectivamente).
Así pues, con esta medida la Dirección General de Tráfico persigue incrementar la seguridad en las zonas de visibilidad reducida en aquellas carreteras en las que ciclistas y vehículos comparten calzada. La idea es ampliar este tipo de actuaciones a otras carreteras donde la afluencia de ciclistas es importante, de manera que los ciclistas puedan circular de forma más segura.
A su vez, el sistema está formado por la señal P 22 ubicada en la carretera que a través de un sensor detecta la presencia de un ciclista o ciclistas. La señal va provista de tres luces luminosas que se activan y comienzan a parpadear por un tiempo determinado y configurable, según ha informado la DGT en una nota de prensa.
La Jefatura Provincial de Tráfico apela una vez más a la concienciación y responsabilidad de los conductores para proteger a los ciclistas, un colectivo vulnerable que desde el año 2015, en las vías interurbanas de la provincia se ha visto implicado en 59 accidentes con víctimas que arrojan un balance de dos fallecidos, 8 heridos hospitalizados y 54 heridos no hospitalizados.
En vías urbanas, desde ese mismo año, aunque no se registró ningún fallecido, los accidentes con víctimas se disparan hasta los 78, con 8 heridos hospitalizados y 75 no hospitalizados. Por su parte, con la iniciativa de creación de rutas ciclistas seguras, la DGT busca aumentar la seguridad y proteger a miles de usuarios de bicicleta poniendo en marcha una serie de medidas en los tramos más frecuentados por ciclistas para que dispongan de rutas especialmente vigiladas y protegidas. El objetivo es el de promover la movilidad segura de los ciclistas y continuar la reducción de su siniestralidad. Todos los tramos seguros están señalizados con paneles indicando la nueva velocidad máxima, la longitud del tramo y el horario en que se aplica. Además, incluyen la señal triangular de peligro por presencia de bicicletas, y el recordatorio de mantener una distancia de separación lateral entre bicicletas y automóviles de al menos 1,5 metros
