20 marzo 2019
La campaña oficial 2019 para el control de la langosta mediterránea ha arrancado con la organización este miércoles, de una mesa que reúne a ayuntamientos, organizaciones agrarias y cooperativas, la Universidad de Extremadura (UEx), así como diversas asociaciones ecologistas y de apicultores, y que está organizada por la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio.
En concreto, la Dirección General de Agricultura y Ganadería, a través del Servicio de Sanidad Vegetal, se ha marcado como objetivo mantener la efectividad de la campaña contra esta plaga, reduciendo "al mínimo" el uso de productos fitosanitarios, con el fin de conjugar los intereses económicos con los ecológicos.
La langosta mediterránea (Dociostaurus maroccanus) es una plaga que en Extremadura tiene "gran trascendencia" debido a las pérdidas económicas que puede ocasionar, no sólo en las fincas donde aviva, sino en aquellas otras a las que se desplaza.
De hecho, dado su carácter de "calamidad pública" cuando se producen los fenómenos de gregarización, ha sido objeto de atención específico desde 1860. En las últimas décadas, gracias a las mejoras en las técnicas empleadas para su control, "no se han producido graves episodios como sucedía en tiempos históricos", según informa la Junta en una nota de prensa.
De esta forma, los trabajos en el campo contra esta plaga comienzan con la revisión de las puestas del año anterior, haciéndose un seguimiento tanto de los avivamientos como de los posibles focos detectados más adelante.
Cuando existen riesgos de explosión de las poblaciones de langosta y no se considera factible su control natural por la presencia de depredadores de estos insectos, se realizan tratamientos fitosanitarios localizados.
