14 enero 2019
La Unión Extremadura ha reclamado a Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) que anule el segundo pago de las tarifas de riego de este año, ya que este organismo "pretende recaudar más de 45 millones de euros por una gestión del agua que prácticamente no realiza".
En concreto, la organización agraria lanza esta petición a través de una nota de prensa, en la que asegura que desde el inicio de los pagos que los agricultores realizan a la CHG por las obras y servicio que en teoría realizan a los regantes de Extremadura, "se realizaban a campaña vencida", tal y como era la "norma habitual desde hace décadas".
Sin embargo, asegura esta organizacion que con la toma de posesión del nuevo presidente de la CHG, el afán recaudatorio "se ha disparado de tal manera que están pasando al cobro esta campaña la derrama de dos años", con el "consiguiente enfado de los regantes de esta cuenca".
En ese sentido, La Unión lamenta que la CHG "pretende recaudar más de 45 millones de euros por una gestión del agua que prácticamente no realiza", ya que según señala, la "distribución la realizan las Comunidades de Regantes, lo mismo que la modernización de las instalaciones", una derrama que lógicamente pagan los regantes, apostilla.
Así, y cuando llevan "meses protestando por el aumento de los costes de producción y los bajos precios" que los agricultores reciben por sus productos, ahora es la propia Administración la que "está ahogando mas la rentabilidad de nuestras explotaciones duplicando los costes de producción".
Ante esta situación, La Unión Extremadura ha remitido un escrito urgente al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana para que "de manera inmediata anule este segundo pago de las tarifas de riego en este año", y advierte de que si no realiza esta anulación, convocará un acto de protesta a las puertas de este organismo para "denunciar ante la opinión pública la falta de sensibilidad de este Gobierno con los agricultores".
Finalmente, esta organización también tacha de "negligente y derroche" el vaciado de la Presa del Búrdalo para "ejecutar medidas ambientales que perfectamente se podían haber realizado durante la construcción de dicha presa", y no esperar a que esta tuviese más de 10 hectómetros cúbicos que "han sido derrochados río abajo sin aprovechamiento alguno".
