20 agosto 2018
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El Sistema de gestión de aceites industriales usados en España (Sigaus) atendió en 2017 un total de 2.197 establecimientos de 247 municipios extremeños, de los cuales el 93 por ciento se ubican en zonas rurales donde existen "importantes valores naturales a proteger".
Así, durante el pasado año, Sigaus recogió en Extremadura una cantidad bruta de 3.305 toneladas de aceites usados, más de la mitad (53 por ciento) procedente de talleres de vehículos, un volumen de aceite usado mayor que la cantidad de residuo que es tratado posteriormente, ya que contiene sustancias como agua o sedimentos que deben separarse para "facilitar" la gestión final, según informa Sigaus en nota de prensa.
En cuanto al entorno rural, Sigaus recogió aceites usados en 230 municipios, que suponen el 93 por ciento de los municipios totales donde se fue a recoger, y en ellos se recuperaron 1.429 toneladas de residuo, que representan el 43 por ciento del total recuperado.
Asimismo, Sigaus ha explicado que las zonas situadas en entornos rurales están alejadas de los centros urbanos y la recogida exige una "compleja logística", por lo que es "especialmente importante" por el "riesgo ambiental que se evita", ya que la mayoría de espacios protegidos se encuentran en este medio.
Cabe destacar que Sigaus recorrió en 2017 un total de 214 kilómetros de media para recoger aceites usados en establecimientos ubicados a más de 1.000 metros de altitud, que generaron 3,6 toneladas de residuo.
IMPACTO AMBIENTAL
El aceite industrial usado es considerado un residuo "peligroso y muy contaminante" debido a su toxicidad, su escasa biodegradabilidad y sus efectos sobre la salud y el medio ambiente.
Por ello, desde el punto de vista ambiental, para Sigaus es "importante" la recuperación del residuo, "especialmente" en establecimientos que se ubican dentro de espacios protegidos, donde el riesgo es "aún mayor".
De esta forma, Sigaus recogió en 2017, 35,6 toneladas de aceites usados, que se generaron en 30 establecimientos (como instalaciones que se encuentran en paradores de turismo, empresas de gestión de agua, clubes náuticos), ubicados en algunos de los 38 municipios con espacios protegidos.
Concretamente, la intervención de Sigaus cobra su "máximo sentido" en la recogida en regiones como Extremadura, donde existen actualmente diez especies en peligro de extinción como el Águila Imperial ibérica o el Lince ibérico que, en algunos casos, habitan a tan sólo un perímetro de 10 kilómetros de establecimientos que generan aceites usados.
BENEFICIOS DE UNA GESTIÓN CORRECTA
Por otro lado, cabe destacar que la gestión adecuada de los residuos de aceite usado pueden ofrecer "importantes beneficios ambientales", haciendo posible el "ahorro" de materias primas, energía y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Así, la cantidad neta finalmente gestionada y valorizada por parte de Sigaus en Extremadura fue de 2.649 toneladas, de las que 1.927 toneladas (casi el 73 por ciento) se destinó a regeneración, un tratamiento prioritario en la gestión de los aceites usados que permite extraer aceites base utilizados en la fabricación de nuevos lubricantes, informa Sigaus.
Además, la cantidad destinada a este tratamiento permitió devolver al mercado 1.284 toneladas de lubricantes, una cantidad que podría servir para el llenado de 317.000 turismos, el equivalente al 56 por ciento del parque móvil de turismos de Extremadura.
Asimismo, en términos medioambientales, este tratamiento de los aceites usados hizo posible evitar la emisión a la atmósfera de 5.782 toneladas de CO2 y los aceites usados que no fueron aptos para ser regenerados se trataron generándose un combustible de uso industrial utilizado en centrales térmicas de generación eléctrica, cementeras o papeleras y evitando así el uso de combustibles como el fuel óleo.
