21 febrero 2018
El PP de Badajoz, a través de su diputado en el Congreso, Víctor Píriz, ha defendido en el Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Cámara Baja, el sector de la pesca extremeña y especies de gran valor parra estos sectores como la carpa o el black bass.
En un interpelación ante representantes del CSIC, se ha rechazado que la Ley de Biodiversidad, que hay que recordar que el PSOE votó a favor, considere estas especies como invasoras, catalogación que supone un grave perjuicio para nuestro sector del turismo de naturaleza en Extremadura, aunque el socialismo no haya sido capaz de tenerlo en cuenta.
El diputado pacense ha defendido actuaciones más efectivas, tal y como establece la UE, teniendo en cuenta la cantidad de especies invasoras que se encuentran en un territorio, priorizando los medios y los recursos sobre todo para la detección temprana de especies que sí afectan y muy negativamente al entorno natural como camalote, caracol manzana o almeja asiática, de lo que los ríos extremeños son un claro ejemplo de los daños que causan.
Teniendo en cuenta la actual situación de cuencas como las del Guadiana a su paso por Badajoz, se ha instado al CSIC a actuar desde la priorización de acciones de lucha contra las especies realmente invasoras, tal y como recomendó el investigador Luis Nieves-Aldrey desde el propio CSIC al especificar que "la estrategia debe pasar por su manejo como una especie más del ecosistema y evitar operaciones costosas que con frecuencia se revelan inviables o inútiles".
Por todo, el PP de Badajoz ha defendido ante esta Comisión del Congreso la biodiversidad regional y los recursos derivados de su conservación para nuestros municipios, instando a la lucha contra estas especies realmente invasoras y perjudiciales para nuestro ecosistema.
Víctor Píriz ha argumentado que provincia de Badajoz, y Extremadura en su conjunto, es una zona eminentemente rural que dispone de gran cantidad de embalses, es decir, ríos alterados y modificados en beneficio del ser humano, donde se solicitan cerca de 120.000 licencias todos los años, se celebran cientos de concursos de pesca y raro es el pueblo en el que hay una o varias tiendas de pesca.
Además, la actividad piscícola está ligada a nuestras tradiciones, y está generando innumerables ingresos tanto directos como indirectos en la única región española que aún es, lamentablemente, considerada como poco desarrollada por la Unión Europea, y de un tiempo a esta parte se está produciendo un incremento del denominado turismo de pesca con presencia de aficionados de toda Europa, para coger un gran ejemplar, hacerse la foto y soltarlo, bajo la categoría de captura y suelta de la pesca deportiva.
Toda esta actividad, tal y como indica la Asociación Española de la Carpa, la están generando especies como la propia carpa, el black bass y el lucio, y es difícil de argumentar y explicar que estas especies que llevan toda la vida entre nosotros deban erradicarse, que los empresarios del sector vean perjudicados sus negocios y mermados los empleos que generan o que los pescadores tengan que dejar su afición, esta calificación como especies invasoras no hace sino limitar aún más el desarrollo económico y social de las zonas rurales.
Por todo, el PP de Badajoz ha pedido en el Congreso una solución, una modificación coherente de la Ley de Patrimonio Natural que sirva para reducir el impacto negativo sobre la economía extremeña, sobre los puestos de trabajo que los sectores de la caza y la pesca generan en los pueblos de Extremadura.
