03 agosto 2017
El proyecto 'Muladares Sociales II', un pacto para la conservación de los buitres impulsado el pasado febrero por la organización Acción por el Mundo Salvaje (AMUS), ha conseguido en este periodo unir en dicha causa a universidades, ganaderos y agricultores, así como a la población del medio rural que convive con estos animales.
Así lo ha asegurado AMUS en nota de prensa, donde ha informado además de que la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha vuelto a apoyar en 2017 la continuación de este proyecto, que se ha convertido en "toda una estrategia de conservación de aves necrófagas amenazadas".
"Desde el primer acuerdo con un propietario para ponerle alimento a los buitres, hasta la red creada de ganaderos y entidades interesadas en formar parte de este proyecto se han sucedido importantes avances" ha aseverado la organización.
SITUACIÓN ACTUAL
AMUS ha informado de que después de un año de funcionamiento del comedero de la Sierra Grande de Hornachos se ha logrado que numerosos buitres venidos de distintos lugares acudan a este ofrecimiento de una comida "abundante" y "diversa".
La diversificación, explican, ha venido asociada al interés creciente de otras explotaciones de ovejas, cabras, cerdos y conejos que se han adscrito al proyecto. De esta manera, "los aportes se han garantizado", consiguiéndose grandes concentraciones de ejemplares procedentes de diversas zonas españolas.
Además, la organización ha celebrado que la difusión del proyecto en televisión, prensa y a través del material divulgativo específico haya propiciado "un cambio de actitudes y un interés en muchos municipios y fincas en el proyecto".
Asimismo, AMUS ha asegurado que, en estos momentos, las sinergias generadas por el contacto directo con la población han generado un clima de "absoluta predisposición" a plantear nuevas actividades como la liberación de ejemplares, recuperados en el hospital.
Finalmente, y con respecto a las funciones de los puntos de alimentación, se han desarrollado acciones biomédicas para valorar aspectos sanitarios así como para identificar y cuantificar la presencia de agentes farmacológicos y metales pesados con la colaboración del sector de la universidad.
ANTECEDENTES
Tal y como ha informado la organización, el objetivo de este proyecto era fortalecer y conectar colonias de buitres, rescatando ejemplares errantes y creando nuevos puentes entre poblaciones andaluzas, portuguesas y extremeñas.
La idea comenzó creando un primer punto de alimentación en la Zepa (Zona de Especial Protección de Aves) de Sierra Grande de Hornachos para desde él "aportar comida para Milano Real, Buitre negro, Alimoche y colateralmente a las Águilas imperiales del valle del Matachel en clara expansión".
"Se pretendía volver al sistema tradicional de aporte de biomasa procedente de la cabaña ganadera pero organizadamente, a través de un punto de alimentación nutrido con reses de las fincas colindantes" ha informado la organización.
Así, en él, junto a poner comida selectiva se iniciaron importantes estudios biomédicos junto a un plan de seguimiento de ejemplares con el objeto de conocer más sobre la utilización del territorio y las amenazas del Buitre negro, Alimoche y Milano real.
Todo ello les llevó a pensar en toda una estrategia que "revalorizaría al medio rural implicando de manera real a los propietarios de fincas y dinamizando multitud de acciones que favorecieran a los municipios creando también empleo".
