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EL PASADO 15 DE MARZO SE PUBLICÓ SU TERCER DISCO, “UN MUNDO DE NIÑOS RAROS”

Chloé Bird: “Vivo de la música y ese es para mí el privilegio más grande que me ha dado esta profesión”

La joven cantante cacereña dice que “autoproducirse es, la mayoría de las veces, un suicidio económico”. Ésta es la tercera vez que saca sola un disco y siempre dice que es la última, pero no lo consigue. Y es que la producción musical de un disco “es una responsabilidad tremenda, mucho estrés, inseguridades y mucho dinero”, pero “ser dueña de todo el proceso creativo de principio a fin o contar con gente que apuesta por tus ideas como si fuesen suyas, son regalos que compensan cualquier noche de insomnio".

24 marzo 2017 | Publicado : 11:32 (24/03/2017) | Actualizado: 16:46 (24/03/2017)

MÁS PERSONAL

¿Quién es ChloéBird?

C.B.: ChloéBird es compositora e intérprete, nacida en Cáceres en 1991.

¿Cuántos años llevas en el mundo de la música?

C.B.: A los cinco años comencé a tocar el piano y a los siete entré en el Conservatorio Profesional Hermanos Berzosa de Cáceres. Al cabo de unos años, aprendí a tocar la guitarra de forma autodidacta y desde los veinte años me dedico de forma profesional a la música, editando discos y ofreciendo conciertos.

¿Objetivos cumplidos y objetivos por cumplir?

C.B.: Cuando miro hacia atrás, me siento orgullosa de lo que he conseguido hasta ahora. Vivo de la música, y ese es para mí el privilegio más grande que me ha dado esta profesión. Lucho cada día por dignificar esta forma de vida y por aportar algo nuevo al océano musical que existe. He tocado en algunas citas importantes, he conocido a personas interesantísimas. Pero prefiero mirar hacia el futuro, aún me queda mucho trabajo por hacer, mucho que aprender, mucho mundo que recorrer.

Después de este trabajo, ¿qué proyectos tienes en mente a corto y largo plazo?

C.B.: «Un mundo de niños raros» acaba de nacer, así que de momento me centraré en la promoción del álbum y su gira. Estos conciertos serán paralelos a los de «Thedarkest tour», la gira del anterior disco, «Thedarkestcorners of mysoul». También seguiré haciendo bandas sonoras para obras de teatro y dándole forma al siguiente disco, aunque todavía no tenga fecha ni prisa.

¿Quiénes son tus referentes en el mundo de la música?

C.B.: Tengo la suerte de haber crecido en un ambiente muy musical en el que se escuchaba de todo: del pop de Mecano al jazz de Ella Fitzgerald, de Jacques Brel a Diego ‘El Cigala’, de Joan Manuel Serrat a Mozart. De adolescente, mi tendencia fue escuchar música anglosajona (KT Tunstall, Laura Marling, Regina Spektor, ArcticMonkeys, Mumford&Sons,…) y de ahí mi decisión de expresarme en inglés en la mayoría de mis composiciones - salvo en este último disco-. Todas esas influencias están ahí de alguna u otra manera, y ya que está todo inventado, creo que el secreto está en la mezcla.

Desde que cumplió veinte años se dedica de forma profesional a la música, editando discos y ofreciendo conciertos. No está siendo fácil -ni mucho menos- fraguarse un futuro en un mundo tan complicado como el de la música, pero con tesón, esfuerzo y mucha formación, Chloé Bird va subiendo, peldaño a peldaño, la escalera que le llevará –seguro- a convertirse en un referente en el panorama musical español. Ganas e ilusión, desde luego, no le faltan. Esta compositora e intérprete, nacida en Cáceres el 19 de octubre de 1991, comenzó a tocar el piano a los cinco años, entrando a los siete en el Conservatorio Profesional Hermanos Berzosa de la capital cacereña, y al cabo de unos años, aprendió a tocar la guitarra de forma autodidacta, lo que demuestra que cuando se quiere alcanzar un sueño, sí que se puede.

Ahora llega con su tercer trabajo, “Un mundo de niños raros”, con el que pone música a poemas de Raúl Vacas y se presenta ante el público bajo el personaje de Greta Maleta, la encargada de interpretar en los conciertos las canciones del mismo. Con este nuevo álbum asegura haber recuperado su niña interior, por lo que invita a adultos y niños a disfrutar del mismo, puesto que ofrece “opciones alternativas” a las habituales del panorama musical infantil actual. Se trata, según sus palabras, de “música para niños con espíritu de niños; música divertida, fresca e inteligente”.

En una entrevista con Regiondigital.com asegura que hacer realidad este trabajo le ha costado cuatro años, aunque su proceso de grabación apenas hayan sido dos meses desde el primer día que se metió en el estudio el pasado 26 de diciembre de 2016. Se trata de la tercera vez que saca sola un disco y a pesar de que siempre dice que es la última, vuelve a caer. Y es que aunque considera que autoproducirse “es, la mayoría de las veces, un suicidio económico”, admite que lo hace “un poco porque estoy muy loca”, pero sobre todo, “porque amo mucho mi trabajo”. Además, los resultados le acompañan. El pasado 15 de marzo tuvo lugar el lanzamiento del disco a través de plataformas digitales, así como en su página web oficial, y está feliz por cómo está reaccionando la gente.

Cabe destacar que la presentación oficial del álbum será el próximo 6 de abril en el teatro de la Biblioteca Torrente Ballester de Salamanca, ciudad natal del poeta Raúl Vacas. Por el momento, no puede adelantar ninguna fecha de posibles conciertos, pero sí asegura que habrá presentaciones en Extremadura, porque está deseando compartir con el público «Un mundo de niños raros» y subirse al escenario en esta nueva etapa de su trayectoria. Y es que Chloé Bird se expresa en inglés en la mayoría de sus composiciones, salvo en este último disco. Sin duda, un nuevo ejemplo de joven mujer extremeña emprendedora que lucha por un sueño y lo consigue.

¿Cómo surge la idea de crear este nuevo trabajo, “Un Mundo de Niños Raros”?

C.B.: Hace cuatro años, la compañía teatral de los Apretacocretas quiso contar conmigo para que me encargase de componer la banda sonora de la obra de teatro que estaban montando, «La clase de los niños raros». La obra estaba inspirada en el libro «Niños raros» (Editorial SM, colección Barco de Vapor), de Raúl Vacas y Tomás Hijo. De ese trabajo surgió la primera musicalización de un poema de Raúl Vacas, la «Niña búho».

Me apasionó tanto la experiencia que, unos meses más tarde, volví a trabajar sobre el libro para seguir poniéndole música a los poemas de Raúl. Cuatro años después y tras algunos intentos fallidos, «Un mundo de niños raros» es al fin una realidad, con un total de quince canciones (catorce poemas musicalizados del libro «Niños raros» y uno de «Abecé diario», también de Raúl Vacas – Editorial Edelvives, colección Ala Delta).

¿Qué ha supuesto para ti poner música a poemas de Raúl Vacas?, ¿ha sido una experiencia nueva o ya lo habías hecho antes?

C.B.: Nunca antes había intentado poner mi música a textos ya escritos; de hecho, cuando compongo letra y música, habitualmente compongo la música y después la letra, ya que me es más fácil resolver la parte musical, supongo que por mi formación. Pero con los textos de Raúl Vacas todo ha resultado tan fácil que a veces me parece hasta increíble. Recuerdo que la «Niña búho» la compuse del tirón, con la guitarra, la misma tarde que me dejaron el libro como herramienta de inspiración. Sin pensarlo. Cuando volví a retomar la musicalización de los poemas de «Niños raros», solía componer incluso dos o tres canciones en la misma sesión de trabajo.

Musicalizar los poemas de Raúl ha resultado muy divertido y todo un ejercicio para la imaginación. Es un poeta que juega con el lenguaje, lo transforma, y que, a través de los diferentes tipos de estrofas (versos de cabo roto, un romance, un ovillejo, un limerick,…) nos cuenta las diferentes historias de estos niños raros. El libro es toda una invitación a adultos y pequeños a respetar y amar la poesía, y mi objetivo, al ponerles música, fue siempre ser fiel al estilo literario de Raúl. La composición musical ha sido para mí un juego, recuperando mi niña interior y contando las historias de estos personajes no sólo mediante la interpretación del texto cantado, sino a través de los instrumentos utilizados y a través de diferentes estilos musicales.

¿Cuánto tiempo has tardado en grabarlo?

C.B.: Aunque el proceso de creación ha sido el más largo que he vivido hasta ahora, la grabación del disco ha sido muy fluida. Me gusta ir al estudio de grabación con las ideas muy claras, así que me dediqué durante los meses previos a hacer las maquetas de las canciones, arreglarlas, instrumentarlas, probar y desechar ideas. Recuerdo que comenzamos la grabación en el estudio JQrec, de Jorge Quesada, un 26 de diciembre del 2016. Terminamos de mezclar y masterizar a finales de febrero de 2017. Todos los músicos que han participado en el álbum se han implicado tanto que ha sido tremendamente fácil. Nos lo hemos pasado como niños.

¿Qué pretendes conseguir con este nuevo disco?

C.B.: Para mí, en «Un mundo de niños raros» era muy importante no tratar a los niños como si fuesen tontos. Recuerdo que cuando era pequeña, apenas escuchaba música para niños porque no me gustaba cómo me sentía al oírla, como si mi intelecto musical no pudiese estar a la altura del de un adulto tan solo por la diferencia de edad. Quiero pensar que, igual que yo me sentía así al escuchar esa “música pensada para mí”, también ha habido otros niños que se han sentido así. Niños entonces, padres ahora, que buscan para sus hijos opciones alternativas a las habituales (y escasas) del panorama musical infantil actual. Música para niños con espíritu de niños. Música divertida, fresca e inteligente.

Si tuvieras que elegir, ¿con cuál de las quince canciones que contiene el álbum te quedarías?

C.B.: «Un mundo de niños raros» es un disco muy variado. Está lleno de matices, de estilos, de instrumentos diferentes, de emociones distintas. Elegir una canción sería equivalente a perderme lo que ofrecen las otras catorce. Tengo mis favoritas, claro, pero creo que todas aportan algo necesario a ese planeta tan fantástico que hemos creado. Prefiero invitar al público a que las escuchen todas y decidan ellos con cuál se quedan.

Es un trabajo dirigido a un público familiar, ¿qué le dirías a los padres para que lo adquieran y disfruten de esta “aventura” junto a sus hijos?

C.B.: Considero que es un disco que puede gustar a grandes y pequeños por igual. Así que, si lo escuchan, primero les daría las gracias. Luego les daría la enhorabuena. Y luego les pediría que rayasen el disco de tanto ponerlo. Y que jueguen, se diviertan, ríen, lloren, bailen,…

Teniendo en cuenta que la situación actual del sector cultural, en este caso musical, no está muy boyante, ¿económicamente te ha supuesto algún sacrificio?

C.B.: Autoproducirse es, la mayoría de las veces, un suicidio económico. Hay que estar muy loco o amar mucho tu trabajo para hacer algo así. En mi caso, un poco de lo primero y mucho de lo segundo. Esta es la tercera vez que saco sola un disco y siempre me digo que es la última. La producción musical de un disco es una responsabilidad tremenda, mucho estrés, muchas inseguridades, mucho dinero. Pero ser dueña de todo el proceso creativo de principio a fin, contar con gente que apuesta por tus ideas como si fuesen las suyas propias o el orgullo de haber dado vida a un proyecto nuevo son regalos que compensan cualquier noche de insomnio.

El pasado 15 de marzo tuvo lugar el lanzamiento del disco a través de plataformas digitales, así como en tu página web, ¿cómo está funcionando? y ¿qué tienen que hacer los interesados para adquirirlo?

C.B.: Estoy feliz. La gente está reaccionando de una forma maravillosa y son ellos los que están haciendo crecer este mundo de niños raros. Lo comparten, me escriben e incluso me mandan vídeos de ellos y sus hijos bailando o cantando las canciones. Me siento muy afortunada. «Un mundo de niños raros» se puede escuchar en todas las plataformas digitales (Spotify, YouTube,…), comprar de forma digital (Bandcamp, iTunes, Amazon,…) y comprar en formato físico en la web (www.chloebird.com) y en los conciertos.

La presentación oficial del álbum será el próximo 6 de abril en el teatro de la Biblioteca Torrente Ballester de Salamanca, ciudad natal del poeta Raúl Vacas, ¿es por invitaciones o podrá asistir todo aquel que lo desee?

C.B.: La entrada es por invitaciones, pero aún así, pueden recogerlas quienes quieran en las Bibliotecas Municipales de Salamanca.

¿Tienes ya conciertos cerrados?

C.B.: De momento no puedo adelantar nada, pero habrá presentaciones en Extremadura de este nuevo disco. Estoy deseando compartir con el público «Un mundo de niños raros» y subirme al escenario en esta nueva etapa de mi trayectoria.

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