22 noviembre 2019
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El fin es impulsar la agricultura ecológica en la comunidad, una cantidad que es 11 millones superior a la destinada para este año.
Esta medida se enmarca en los programas para el desarrollo sostenible en las zonas rurales, dotados con 62,2 millones de euros, entre los que se encuentran 41,1 millones para el "agroambiente y el clima".
Otras propuestas frente a la despoblación se concretan en una estrategia de desarrollo local participativo dotada con 20 millones y actuaciones en los caminos rurales públicos, para lo cual se reservan 17,4 millones de euros, es decir, 4,5 millones más que este año.
En cuanto a los regadíos, se reservan un total de 33,5 millones de euros a su eficiencia, modernización y nuevas infraestructuras, entre los cuáles se incluyen 6,6 millones para el proyecto de riego en Monterrubio de la Serena.
En la presentación del proyecto de presupuestos, la vicepresidenta y consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, ha indicado al ser preguntada sobre si en estas partidas hay fondos destinados al regadío de Tierra de Barros, que este es otro ejemplo de que se trata de un presupuesto "reivindicativo", al tiempo que ha apuntado que la Junta seguirá solicitando que se declare como proyecto de interés nacional y, que por tanto, cuente con financiación del Estado.
Otras inversiones previstas en el campo extremeño se refieren a la puesta en marcha de un plan estratégico del cooperativismo, así como a la mejora de la competitividad de las explotaciones. Para ello, se destinan 27 millones en inversiones, 21,8 a la comercialización y desarrollo de productos, y 28,8 a la incorporación de jóvenes.
