18 julio 2018
Rd./Ep.
El volumen de agua de regadío utilizado en las explotaciones agrarias en Extremadura ascendió a 1.577,8 hectómetros cúbicos en 2016 (10,6% del total nacional), registrándose un crecimiento del 7,7% respecto al año anterior (0,03% en España) según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto, por tipo de cultivo, los herbáceos (cereales, leguminosas y cultivos forrajeros) representaron el 70,5% del volumen total del agua de regadío utilizado en el sector agrario, aumentando interanualmente un 5,1%.
Así pues, según la técnica de riego utilizada en Extremadura, el 44,2% se efectuó por gravedad, el 39,3% por goteo y el 16,5% por aspersión, tal y como informa el Instituto de Estadística de Extremadura (IEEX) en una nota de prensa.
DATOS NACIONALES
En el conjunto nacional, el volumen de agua de riego utilizado por las explotaciones agrarias ha ascendido a 14.949 hectómetros cúbicos en 2016, cifra similar a la del año 2015, según un informe de Instituto Nacional de Estadística, que lleva por título 'Encuesta sobre el uso del agua en el sector agrario'.
Así, por técnica de riego, el volumen de agua aplicado a los cultivos mediante goteo (riego localizado) aumentó un 2,6 por ciento y el uso de agua de riego por aspersión se incrementó 2,2 por ciento. Por el contrario, el riego por gravedad disminuyó un 4,5 por ciento.
Por tipo de cultivo, los herbáceos (cereales, leguminosas, arroz, maíz y cultivos forrajeros), que representaron el 55,7 por ciento del volumen total del agua de riego, utilizaron un 0,9 por ciento más de agua que el año anterior.
Los cultivos de patatas y hortalizas registraron el mayor aumento, con un 11,4 por ciento más de agua utilizada que en 2015. Por el contrario, el agua utilizada descendió un 11 por ciento en el olivar y viñedo, un 3,6 por ciento en los cultivos frutales y un 0,3 por ciento en otros tipos de cultivos. El 75 por ciento del volumen de agua disponible para el riego en el año 2016 fue de origen superficial.
Por su parte, un 23,1 por ciento tuvo origen subterráneo y un 1,9 por ciento procedió de otros recursos hídricos, como agua desalada (marina o salobre) o regenerada (proveniente de las estaciones de depuración de aguas residuales).
Entre las comunidades que superan el 1 por ciento del total de las superficies de regadío, las que más agua de riego utilizaron en 2016 fueron Andalucía (27,3 por ciento del total), Aragón (13,6 por ciento) y Castilla y León (13,4 por ciento), frente a La Rioja (1,1 por ciento), Comunidad Foral de Navarra (2,6 por ciento) y Región de Murcia (3,6 por ciento).
Las tres comunidades en las que más se incrementó el uso de agua de riego fueron Castilla La Mancha (14,5 por ciento), Extremadura (7,7 por ciento) y Cataluña (5,4 por ciento). Por el contrario, las que más redujeron el uso de agua de riego fueron La Rioja (menos 25,6 por ciento), Castilla y León (menos 7,7 por ciento) y Andalucía (menos 3,1 por ciento).
Por técnicas de riego, la comunidad que más agua de riego por goteo utilizó fue Andalucía. Por otra parte, en riego por gravedad, el mayor volumen usado correspondió a Aragón y finalmente, en riego por aspersión, a Castilla y León.
