01 febrero 2021
El equipo extremeño ha sido capaz de conseguir tales logros con el problema añadido que supuso la lesión de su colocadora titular, María Larrakoetxea, situación que obligó a su entrenadora, Flavia Lima, a situar como directora de juego a María Carrero, una jugadora que no es especialista en ningún puesto en concreto, y menos en uno tan complicado como el de pasadora.
Pero Carrero no solo se ha limitado a cubrir el expediente, sino que ha sido capaz de desarrollar su faceta de colocadora al más alto nivel, codeándose con las mejores de la categoría y aportando a la formación cacereña ese plus necesario para conseguir sus metas, en muchos casos, en partidos a cinco juegos y sin posibilidad de poder ser sustituida.
Además, la jugadora natural de Arroyo de la Luz ha alcanzado todas estas metas basándose en esos intangibles que tanto valoran las personas que rigen los destinos deportivos de un equipo, desde la humildad, el trabajo, el compañerismo y con una eterna sonrisa dibujada en su rostro.
Para el presidente el club extremeño, Adolfo Gómez, María Carrero se podría definir como "la máxima expresión de nuestra cantera, con la constancia y el trabajo como estandartes de su trabajo por encima de todo, una jugadora de equipo en su máxima expresión, dispuesta siempre para cualquier tarea o puesto, y siempre con la mejor de las predisposiciones".
Gómez recuerda que aunque ascendió al equipo al subir este a Superliga, "fue hace dos temporadas cuando, después de haber desempeñado funciones en todos los puestos de rematadora, porque aunque a pesar de no destacar en nada sí es muy completa en todas las facetas de juego, la escogí como segunda directora de juego, como apoyo a 'Beu' Meléndez-Pál".
"Y ha sido ahora, con le lesión de Larrakoetxea, cuando ha demostrado todo su potencial, su progresión al pase y su liderazgo, ganados a fuerza de trabajar y de ser una gran compañera", asegura el presidente.
Por su parte, Lima asevera que "ojalá tuviera catorce Marías Carrero en el equipo", al tiempo que afirma que se trata de una jugadora "especial, que siempre mira por el bien del equipo, por encima de todo, siempre predispuesta a ayudar".
La entrenadora-jugadora subraya que ya conocía su forma de ser cuando en su anterior etapa en el Extremadura Arroyo fue entrenadora suya en la categoría juvenil, "donde fue mi capitana por ser un ejemplo de dedicación, esfuerzo, compromiso y sobre todo, disciplina".
"La verdad es que supone una alegría poder contar con una jugadora de este talante en la plantilla, y puedo asegurar que desde agosto, cuando comenzó a trabajar como segunda colocadora, ha ido asumiendo esa responsabilidad tan complicada de una forma óptima, hasta el punto de haber guiado al equipo ella sola, tanto en la Copa Princesa, como en los dos partidos de liga que hemos disputado, con el resultado de sendos triunfos", añade Flavia Lima.
En su opinión, cuando María Larrakoetxea se encuentre totalmente recuperada, "el puesto de colocadora estará muy bien cubierto, lo que nos hará subir mucho el nivel de juego de cara al último tramo liguero".
