13 febrero 2018
Las expectativas con las que llegaba el equipo pacense eran las de pelear todo lo que se pudiera. Las ganas de dar guerra recuperadas en la jornada anterior parecían presagiar un partido intenso y competido.
El primer set fue de claro dominio local, con un 25-17 que evidenciaba que los chicos de Carlos Iglesias necesitaban algo más que la intención para conseguir hacer mella en su rival. La contundencia y el poderío físico de los palentinos les dieron ventaja al inicio del partido.
Durante la segunda manga este poderío se exageró, cerrándose con un 25-12 que no presagiaba nada bueno para los pacenses. Ya son muchas jornadas sin ganar un solo set, el 3-0 parecía irremediable y fatal.
Pero en la tercera manga los chicos del Extremadura Hotel Río Badajoz se vinieron arriba. Pelearon con más intensidad y mejor acierto, creyeron y consiguieron llevarse el gato al agua. 22-25 en el tercero.
El cuarto fue de la misma tónica que el anterior, mucha igualdad e intensidad. Los pacenses pelearon hasta el final, creyendo en forzar el quinto, sabedores que sus rivales contaban con un partido tranquilo y estaban confiados. Pero pese a que se le pusieron todas las ganas, intención y fe posibles, los palentinos supieron cómo hacer para imponerse 25-21 y cerrar el partido 3-1.
