06 febrero 2024
La Revista de Estudios Extremeños, decana de las revistas de investigación en la comunidad, ha publicado el número correspondiente al año 2022, que se encuentra ya en distribución por lo que se refiere a la edición en papel y está disponible en la web, en su repositorio digital con formato abierto al público.
En este número se publican, junto a notas y reseñas, un total de 14 artículos de investigación sobre diferentes asuntos relacionados con la historia, sociedad, economía y humanidades de la región, estudios que abarcan desde la arqueología, como ocurre con el texto 'Inhumaciones en hoyo del Bronce Antiguo en la Campiña Sur de Extremadura', hasta la atención a la historia educativa más reciente que propone el trabajo 'Francisco Santos Coco (Zamora 1890-Barcelona post 1965), Catedrático de Latín del Instituto Zurbarán de Badajoz y su Historia Silense'.
Destacan entre otros muchos, estudios novedosos como 'Las artes plásticas y la literatura: la imagen de Carolina Coronado en el tiempo', o trabajos que se enfocan en usos tradicionales como la Trashumancia o la tradición molinera. Uno de los episodios centrales en la vida cultural de la Extremadura contemporánea sucede durante el primer cuarto del siglo XX.
Dentro del espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, de los estudios europeos sobre folklore y tradiciones y del empuje investigador que inspiró el Centro de Estudios Históricos dirigido por Ramón Menéndez Pidal, en muy diferentes lugares se fundan centros de estudios locales dependientes de las Diputaciones Provinciales, tal y como señala en una nota de prensa la Diputación de Badajoz.
Uno de esos primeros centros se estableció en Badajoz, en 1925, en concreto, el Centro de Estudios Extremeños, una institución pionera a nivel nacional que asume la necesidad de profundizar en la historia de Extremadura y las humanidades desde el rigor; su mandato, por tanto, trasciende lo provincial y trata de hacer evidente "la contribución de Extremadura al desarrollo de la nación".
Este centro pionero, además de conformar en ese tiempo su "importante" biblioteca, creará, dos años más tarde, una revista en la que se puedan divulgar las investigaciones que a su alrededor se suceden.
Cabe destacar que desde 1927 la Revista de Estudios Extremeños, unida al centro, ha desempeñado un papel que durante décadas sustituyó a la Universidad, en concreto, ofrecer los más novedosos estudios sobre arqueología, historia, sociedad, literatura y pensamiento vinculados a la región.
Tras la Guerra Civil y la represión, también intelectual, que afectó a nuestra comunidad, se ensombrece el papel del Centro de Estudios Extremeños como actor principal de la cultura, pero ya en 1945 vuelve a aparecer la Revista y, desde entonces y de modo ininterrumpido hasta el presente, propone el mayor compendio de estudios y reflexiones sobre Extremadura.
