05 abril 2019
Ep.
Un total de 225 palmeras de Cáceres, todas las de propiedad municipal, se someterán a un tratamiento fitosanitario contra el picudo rojo, un insecto que afecta a estas especies arbóreas a las que puede llegar a provocar la muerte.
En la capital cacereña se han detectado hasta el momento dos casos y ahora está previsto iniciar una campaña de prevención para que no haya más ejemplares afectados.
Así, el tratamiento se realizará a través de la empresa concesionaria del mantenimiento de parques y jardines Talher, con cargo al contrato, y se actuará sobre las palmeras canarias de propiedad municipal repartidas por varias zonas de la ciudad como el Paseo de Cánovas, la plaza de las Claras, la plaza de Italia, San Francisco, la plaza de la Audiencia, Colón, etc.
El portavoz municipal, Rafael Mateos, ha explicado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno local que el tratamiento se realizará con productos fitosanitarios a través de "una ducha en el cogollo de la palmera".
Una acción que habrá que repetir en años sucesivos con una periodicidad de 45 o 60 días hasta comprobar que la palmera está libre de este insecto y para prevenir su asentamiento.
En la actualidad, se está investigando una técnica que consiste en inyectar una sustancia en el tronco de la palmera y que sería suficiente con hacerlo una vez al año, pero todavía no está probada por lo que, en el caso de la capital cacereña, se ha optado por el riego con productos.
La campaña de desinfección comenzará este mes de abril para evitar la colonización del picudo rojo, ya que es ahora la época de mayor expansión del insecto y cuando se pueden consolidar las colonias a través del vuelo de un árbol a otro.
Mateos ha recordado que las dos palmeras que han resultado infectadas por el momento están ubicadas, una en la plaza de América, en el cruce con la avenida Antonio Hurtado, que "ya está brotando de nuevo", y otra en el barrio de Mejostilla.
En cuanto a las palmeras privadas, el ayuntamiento cacereño recomienda a sus propietarios que vigilen su estado y que, en caso necesario, las sometan a tratamiento con el fin de evitar la expansión de este insecto que se instala en el árbol y lo debilita hasta producirle la muerte, si no se coge a tiempo.
